El hombre falleció luego de estar tres días hospitalizado en el hospital Luis Negreiros Vega.
Rubén Junior Fernando Asto Quispe, acusado de ser miembro de una banda criminal dedicada al robo de vehículos, falleció después del enfrentamiento con miembros de la Policía Nacional que se registró el pasado viernes, 29 de agosto, en el distrito limeño de San Martín de Porres (SMP).
El delincuente había resultado herido y permanecía internado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Luis Negreiros Vega. No obstante, el jefe de la Brigada Especial contra el Crimen de Lima Norte de la Policía, coronel PNP Roger Cano, confirmó este martes su deceso.
Cano Benítez recordó que el enfrentamiento inició cuando los agentes policiales frustraron el robo de un vehículo en la calle San Francisco, en la urbanización San Remo (tercera etapa), y se vieron en la obligación de usar sus armas reglamentarias al ser atacados por los malhechores.
Según pudo conocer RPP, tres delincuentes huyeron y dejaron la camioneta que pretendían robar en la zona, así como el vehículo con el que llegaron y el cual habría sido conducido por Asto Quispe.
El mando policial detalló que, según las pericias, el sujeto fallecido sí realizo disparos contra las fuerzas del orden, pues en su mano izquierda se hallaron rastros de plomo, antimonio y bario.
“El sujeto que fue abatido durante la intervención policial que se suscitó… en circunstancias que estos sujetos estaban robando un vehículo a mano armada a la víctima, a quien le dispararon con arma de fuego para despojarlo de su propiedad. En esa circunstancia, nosotros intervenimos, lo que estos sujetos al ver la presencia policial nos enfrentaron a balazos [sic]”, relató.
Sujeto sería parte de ‘Los Malditos del Santa’
De acuerdo con las investigaciones, los sujetos serían miembros de ‘Los Malditos del Santa’, una banda criminal dedicada al delito de robo a mano armada en diversas zonas de Lima Norte, como San Martín de Porres y Los Olivos.
El coronel Roger Cano precisó que esta banda empleaba los vehículos robados para seguir cometiendo fechorías y, posteriormente, venderlos a otros delincuentes para continuar con los hurtos.