Según Ruth Shady, el friso descubierto en un edificio ceremonial de la zona arqueológica de Vichama estaría relacionado al cambio climático vivido por los antiguos peruanos en la provincia de Huaura.
El complejo arqueológico de Vichama, sitio del periodo Tardío de Caral, sigue revelando sorpresas, como el reciente hallazgo de nuevos relieves escultóricos que evidencian un periodo de sequía y hambruna en este antiguo lugar precerámico, ubicado en la provincia de Huaura, región Lima Provincias.
Uno de los últimos descubrimientos, que tendría una antigüedad de 3800 años, consiste en un relieve de un “sapo humanizado” con los brazos extendidos sobre una cabeza antropomorfa, que tiene los ojos cerrados.
¿Qué significa?
Según la interpretación de Ruth Shady, directora de la Zona Arqueológica Caral, la escena representaría “el anuncio de la llegada del agua”. Explicó que el sapo, en la cosmovisión andina, es un ícono relacionado con las lluvias y el agua del río, imprescindibles para la agricultura. La imagen de la cabeza humana, representaría al ser humano que esperaba el agua para darle continuidad a la vida.
El relieve fue hallado en la antesala que conducía a un Salón Ceremonial del Edificio De los Depósitos desde donde se dominan los campos de cultivo del valle de Huaura. Ese edificio, con un área máxima de 874 metros cuadrados, fue remodelado continuamente. A lo largo de su uso, le edificaron hornacinas escalonadas, una plaza circular hundida, frisos escultóricos y le colocaron ofrendas.
Cambio climático
En la misma área destaca otro relieve escultórico, compuesto por cuatro cabezas humanas, con los ojos cerrados, y dos serpientes que se desplazan entre ellas, hacia una cabeza que representaría una semilla antropomorfizada, con la boca abierta y raíces hincadas en la tierra.
Los relieves escultóricos de Vichama han sido vinculados con un período de escasez y hambruna por el que habrían atravesado sus habitantes. Serían representaciones para la memoria del colectivo social sobre las dificultades enfrentadas por el cambio climático y la falta de agua y de los alimentos. El recordatorio de un evento que no debía ser olvidado, y ante el cual siempre había que estar preparados.
Relieves importantes
El centro urbano de Vichama fue construido sobre una terraza y laderas del cerro Halconcillo, a un kilómetro y medio del litoral y a 75 metros sobre el nivel del mar, por encima de los campos agrícolas que se extienden a lo largo y ancho de la sección inferior, margen derecha, del río Huaura, distrito de Végueta.
El asentamiento arqueológico Vichama tiene una extensión de 25 hectáreas. Entre los 3800 y 3500 años antes del presente construyeron 22 conjuntos arquitectónicos, con edificios públicos, plazas de reunión y sectores domésticos.
En estos últimos años se han logrado importantes avances en el conocimiento de la sociedad que construyó y ocupó Vichama. Entre los hallazgos destacan los relieves de personajes antropomorfos con los estómagos vacíos, unos ya fallecidos y otros en una danza ritual.
También es significativa la representación de un sapo humanizado en el Salón Ceremonial del nuevo edificio construido, con fachada hacia el Este, de donde proviene el agua. Asimismo, destacan otros diseños murales relacionados con la llegada del agua.
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