El español Pablo Belmonte, emocionalmente golpeado por la muerte de sus compañeros en el nevado Pico Mateo, dio detalles sobre el accidente del último domingo.
El español Pablo Belmonte, (26 años), único sobreviviente a la tragedia ocurrida el domingo pasado cuando una avalancha de nieve sepultó y mató a sus tres compatriotas y a un guía peruano en la Cordillera Blanca, se recupera en la ciudad andina de Huaraz
“La avalancha lo generamos nosotros mismos al resbalar”, reveló ante TeleMadrid desde un hostal en Áncash, donde espera curarse pronto de las heridas del accidente, aunque emocionalmente está afectado por la pérdida de sus compañeros de la infancia, con quienes compartía la pasión por las montañas y con quienes vivía un largo viaje por Latinoamérica.
Estado de salud
“Estoy mejor de lo que cabría esperar. Tengo dolor en todo el cuerpo, pero son lesiones menores. Nada de gravedad o que pueda repercutir. Tengo mucho dolor para sentarme o moverme, pequeñas contusiones. Hay alguna fractura, alguna luxación, alguna herida que han tenido que curar o coser”, detalló en una entrevista a la agencia EFE.
Después de 15 radiografías a las que fue sometido en un hospital de Áncash y de recibir la atención adecuada fue dado de alta y asegura ahora estar rodeado de “gente que lo quiere” y que lo cuida en un hostal donde permanece hospedado hasta que en do semanas o un mes retorne a su país.
¿Cómo ocurrió el accidente?
Belmonte relató que era la primera vez que paseaba por el nevado Mateo con sus amigos cuando de pronto una tormenta eléctrica fuerte los sorprendió en la tarde. Llevaban equipos metálicos y se dieron cuenta del riesgo de que les impactara algún rayo, así que decidieron bajar muy rápido y al correr, resbalaron.
“El tema también del cambio climático que estamos viviendo, la última semana aquí hizo básicamente sol cuando tenía que estar lloviendo o nevando. Entonces sobre esa capa de nieve compacta, casi hielo, se generó una capa de nieve virgen, y al bajar corriendo, resbalamos. Digamos que cinco personas encuerdadas en la nieve, era imposible detener la caída”, lamentó.
Faltan helicópteros
El montañista dijo que antes de las 2 de la tarde del domingo solicitó ayuda y mientras tanto estuvo tres horas brindando primeros auxilios a sus compañeros. Como a eso de las seis de la tarde llegaron los primeros policías a la carretera, pero los equipos de rescate tenían un acceso muy complicado.
“Pero sí me gustaría decir que Huaraz es una de las capitales mundiales del montañismo, y cuando solicité ayuda, pedí un helicóptero, porque era imposible moverlos. Como estuvieran con vida, por las heridas que tenían, era necesario un helicóptero de auxilio, pero resulta que no hay un helicóptero en esta zona”, lamentó.
“Yo sé que los presupuestos son limitados, que se invierte en lo que se considera primordial, pero siendo esta una maravilla del mundo como es la Cordillera Blanca de Huaraz, y sabiendo que aquí van a llegar turistas de todo el mundo, va a haber más accidentes. Con un helicóptero más de la mitad del equipo se pudo haber salvado”, agregó. (Con información de EFE)
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