A sus 25 años y tras una mezcla de circunstancias, Romi Infantas asumió el cargo en un país dominado por hombres como autoridades políticas, pues menos del 5% son alcaldesas. “La oportunidad está y se tiene que afrontar”, dijo a RPP Noticias.
El 28 de julio, Romi Infantas Soto ingresó a su cuenta de Facebook para colgar una foto suya, donde aparece sentada en el hemiciclo Iván Pérez Ruibal de la Municipalidad Provincial de Cusco y con la banda que lleva los colores del Tahuantinsuyo, la misma que identifica a la máxima autoridad edil en esta jurisdicción.
Nació el 11 de enero de 1995, y ejercer el cargo de alcaldesa de Cusco no es un hecho menor. Es la más joven en esa función, pues supera a Ana María Yupanqui, alcaldesa del distrito de Pomata (provincia de Chucuito, región Puno), quien nació el 18 de julio de 1988 y tiene 32 años. Romi tiene 25 años.
Un día antes del 28 de julio, Romi Infantas había dado un discurso por los 199 años de la Independencia del Perú en una sesión solemne que tuvo que encabezar como alcaldesa encargada, ya que, tres días antes, el titular, Ricardo Valderrama, había dado positivo a la C0VID-19 y, de forma obligada, no podía seguir ejerciendo el cargo.
“En el Cusco se habla con frecuencia del gran legado que dejaron nuestros antepasados. Y hoy hacemos poco o nada por ser paladines del desarrollo”, decía un extracto del discurso que leyó Infantas.
Casi un mes después, la banda multicolor de alcaldesa se volvería definitiva para Infantas Soto, tras la muerte de Valderrama, víctima de la pandemia. Incluso, el propio Valderrama había asumido funciones tras la suspensión del que había sido elegido alcalde en las elecciones municipales del 2018, Víctor Boluarte. Sin embargo, debido a una condena penal por fraude en la administración de personas jurídicas, Boluarte fue suspendido el 17 de diciembre de 2019.
En resumen, una mezcla de adversidad con casualidades de la vida ha hecho que Romi Infantas asuma la alcaldía hasta el 31 de diciembre de 2022, fecha que cubre el periodo actual. La historia de Cusco solo registra a una alcaldesa electa con voto popular en 2007, Marina Sequeiros Montesinos, quien solo gobernó un año, pues fue vacada del cargo por acusaciones de nepotismo.
“Alguna vez pensamos en que podía llegar un momento en que, de repente, me decidiera por presentarme a las elecciones como alcaldesa. Pero no pensábamos que en estas circunstancias o en este momento… Pero bueno, la oportunidad está y se tiene que afrontar”, le dijo a RPP, Infantas Soto.
Hija de Gustavo Infantas Jibaja, teniente alcalde de Cusco entre 1998 y 2002, Romi Infantas fue elegida como regidora en el número dos de la lista, justo después de Valderrama y Boluarte.
“Es un reto muy complicado, pero es un reto que tengo que asumir y lo asumo con todo el cariño, responsabilidad, capacidad de gestión y sobre todo, con las ganas de trabajar por mi ciudad. Eso es lo que me impulsa”, agrega.
En más de un mes de gestión, gran parte de ello como alcaldesa encargada, Romi Infantas transita entre el rostro serio y a veces impenetrable cuando porta la mascarilla y dirige las sesiones de concejo; y una cara gentil y sonriente cuando participa en eventos públicos o atiende a los periodistas que en estos primeros días posconfirmación de haber asumido el máximo cargo municipal le han caído a montones.
La pregunta que más ha tenido que responder es si sus 25 años le van a sostener para dirigir una provincia con más de 500 mil habitantes y el eje turístico del Perú. Ella no duda.
“Estoy debidamente preparada y capacitada. Yo he estudiado Economía. He sido becada por excelencia académica, tengo experiencia en el sector público porque he estudiado Economía y porque, además, he hecho mi pasantía y mis prácticas preprofesionales en la Municipalidad Provincial de Cusco. Además, ya terminé un diplomado de Gestión Pública y estoy siguiendo una maestría de Gestión Pública. Entonces, yo sí me siento bastante capacitada”, recalca.
Queda claro, eso sí, que en teoría no se le podría exigir que encare las obras más esperadas de Cusco, no solo por el poco tiempo, sino también, porque seguramente se ha encontrado una economía afectada por la pandemia.
“Lo primero que vamos a tener que hacer es reajustar nuestros proyectos de inversión, no solo en el tema de infraestructura. También tenemos proyectos para el lado social, reducción de la anemia, reducción de brechas, entre otros. Esto también nos significa un perjuicio porque no vamos a llegar a las metas que teníamos planeadas”, comenta.
Romi Infantas conforma el pequeño grupo de mujeres que son alcaldesas en el Perú y que son menos del 4%. Y eso que ella no llegó tras vencer en las urnas. Según datos de, Observatorio para la Gobernabilidad del Jurado Nacional de Elecciones, solo hay siete mujeres alcaldesas en las 196 municipalidades provinciales. Y si a eso le sumamos que ninguna mujer está al frente de alguna de las 25 gobernaciones regionales del Perú.
La mujer peruana participa poco o nada de los procesos para elegir a autoridades públicas en el país. “Tiene que ver con la manera en que se estructura el poder. Y también con que la política y los partidos han tenido un privilegio claramente hacia los varones. También tiene que ver con estereotipos, condiciones machistas en la política. Y los partidos lo son aún más que en la sociedad. Son estructuras en las que difícilmente las mujeres tienen espacio para tomar mayor poder”, opina Percy Medina, jefe de Misión para el Perú de IDEA Internacional (Instituto de Democracia y Asistencia Electoral).
Según Medina, mientras “más alto es el cargo de representación, hay menos participación de mujeres”. “Y en los cargos unipersonales es más difícil encontrar mujeres que en cargos multipersonales, como por ejemplo concejos municipales, regionales o parlamentarios. Ahí, el número de mujeres es mayor”, sostiene.
En efecto, de acuerdo a estadísticas del Jurado Nacional de Elecciones recogidas tras las elecciones municipales del 2018, a nivel distrital se presentaron 1071 candidaturas de mujeres para las alcaldías frente a 11 090 de hombres. Es decir, hubo once veces más opciones masculinas que femeninas. Aunque, para regidores, la diferencia se acorta, ya que hubo 38 515 varones que postularon para ejercer esa función contra 30 748 mujeres.
A nivel provincial, las distancias vuelven a ser mayores: hubo 1835 postulantes hombres a una alcaldía contra 185 mujeres. En cuanto a gobernación regional, la relación fue de 32 mujeres aspirantes al cargo versus 336 varones. Ganaron solo hombres.
“No llegamos al 25% de representación política de las mujeres”, señala la abogada y exregidora provincial de Cusco, Serly Figueroa Mormontoy, quien recuerda que en la región imperial solo hay dos alcaldesas en los 112 distritos que la componen. Se trata de Gladys Montalvo Páucar (distrito de Ocobamba, provincia de La Convención) y Marina Núñez (distrito de Accha, provincia de Paruro).
“En las provincias tenemos 33 regidoras provinciales y 86 regidores varones. Y en los distritos, 127 regidoras mujeres y 386 regidores varones”, reafirma Figueroa.
Un informe de la Defensoría del Pueblo sobre participación política de las mujeres en el Perú detectó que en las últimas cinco elecciones generales las mujeres han ocupado entre el 18% y el 28% de los escaños del Congreso, lo cual representa menos del 30%.
Otro ejemplo: en las elecciones congresales extraordinarias de enero de 2020, antes de la pandemia, solo 33 mujeres fueron elegidas para un Parlamento integrado por 130 plazas. Una vez más, la mayoría de hombres fue aplastante. La mejor cifra de participación femenina en el Legislativo se logró en el periodo congresal del 2016, cuando 36 mujeres llegaron al Parlamento.
“En el país nunca hemos tenido una presidenta de la República. Claramente, el nivel de participación de las mujeres es menor que el de los hombres. En Europa, sobre todo en los partidos nórdicos, es absolutamente normal tener gabinetes paritarios y en muchos casos, con mayoría de mujeres. En el Perú no estamos acostumbrados a ver mujeres jóvenes en posiciones de poder. Y rompen con el estereotipo”, remata Percy Medina, de IDEA Internacional.
Según Datos de la Comunidad Andina de Naciones, compuesta por Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia, en América Latina y el Caribe “el 54% de las mujeres no acceden a herramientas digitales y el 35% de las trabajadoras no poseen habilidades científicas, tecnológicas, de ingeniería y matemática”, lo cual refleja que no es un problema solo peruano.
Para el exalcalde provincial de Cusco en el periodo comprendido entre 2015 y 2018, Carlos Moscoso Perea, la flamante alcaldesa Romi Infantas, más allá del golpe de coincidencias que ocurrieron para que asuma el cargo, es una oportunidad para derribar prejuicios.
“Debe demostrar que los jóvenes también pueden y pueden hacerlo bien. De lo contrario, podría quedar un pésimo antecedente”, dice.
Aunque, hay que considerar el contexto desfavorable en el que le ha tocado asumir. “Es entender que esta situación de excepcionalidad y crisis va a continuar. Desde los municipios tienen que crear proyectos y programas para acudir a lo más vulnerables y necesitados. Hay vecinos cusqueños que no tienen recursos ni para comprar los medicamentos que se necesitan para salvar vidas. Otro tipo de proyectos grandiosos, así apoteósicos para la ciudad, no existen”, afirma.
La probabilidad de que Infantas se quede hasta diciembre de 2022 va a depender de la Corte Suprema de Justicia, que debe confirmar o no el fallo contra Boluarte, quien fue sentenciado en doble instancia por el delito de fraude en la administración de personas jurídicas (fue acusado de usar un dinero sin justificar, cuando fue decano del Colegio de Abogados de Cusco, entre 2008 y 2009). Primero, en enero de 2019, el Cuarto Juzgado Penal de Cusco lo condenó a dos años de pena suspendida de la libertad. Esta medida fue ratificada en mayo de 2019 por la Primera Sala Penal de Apelaciones. En diciembre de ese año, el Jurado Nacional de Elecciones suspendió del cargo a Boluarte.
El especialista en temas electorales, abogado Óscar Matutti Sánchez, lo explica así: “Si hay sentencia por la Corte Suprema se genera una causal de vacancia. Muy por el contrario, si se revoca o declara la nulidad del proceso, lo que va a generarse, posteriormente, es el retorno del alcalde titular, es decir, de Boluarte. La tercera opción es si no se pronuncia la Corte Suprema hasta el 16 de diciembre de este año, el doctor Boluarte tendría que volver, porque ninguna suspensión en la vía electoral puede durar más de un año”.
La cámara de la oficina de Imagen de la Municipalidad Provincial del Cusco poncha a Romi Infantas, porque ya va a empezar una nueva sesión de Concejo, virtual. Si no hubiera ocurrido una serie de situaciones, la última, la muerte de Valderrama condicionada por la pandemia, quizá esta mujer de 25 años estaría ocupando un cuadrito más del Zoom, como regidora, en la reunión de autoridades. Pero no. El destino la ha puesto de lideresa. Y ya prendió su micrófono.
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