La acción conjunta de un grupo de pescadores deportivos y pescadores artesanales permitió devolver al mar al cetáceo de apenas cuatro o cinco meses, en un esfuerzo que duró aproximadamente tres horas.
Un emotivo rescate tuvo lugar en la zona de Ocucaje, en la región Ica, donde una cría de cachalote fue salvada tras quedar varada entre las rocas durante la madrugada del último sábado.
El hallazgo ocurrió mientras un grupo de seis amigos realizaba pesca deportiva en el mencionado sitio, ubicado aproximadamente a una hora de la bahía de Paracas.
El médico veterinario Renato Villalobos Edwards, uno de los participantes del rescate, relató en RPP que inicialmente pensaron que los pescadores locales los llamaban para ofrecer su ayuda en la faena, pero se trató de algo mucho más urgente.
Y es que una cría de cachalote, de apenas cuatro o cinco meses, de casi una tonelada de peso, había quedado atrapada durante la marea alta de la noche anterior.
“Haciendo las matemáticas, necesitábamos entre 10 y 12 personas, 80 kilos por persona para poder moverla”, explicó Villalobos.
Fue entonces cuando se activó una cadena de apoyo, cuyo objetivo era salvar al mamífero. “Movilizamos a todos los que estaban cerca 20 kilómetros a la redonda de donde se encontraban los pescadores artesanales”, indicó.
Utilizando cintas de carga y sogas, el equipo compuesto por pescadores deportivos y artesanales, además de trabajadores y vecinos de los alrededores lograron arrastrar al animal de vuelta al mar, en un esfuerzo que duró aproximadamente tres horas.
La cría, que se encontraba en estado de agotamiento al pasar la noche varada, poco a poco recobró fuerzas y finalmente logró nadar hacia aguas profundas.
“El animal estaba al 70 % de su capacidad física, si pasaba unas horas más hubiese fallecido”, sostuvo el veterinario.

También detalló que estos varamientos pueden deberse a que los ballenatos, al separarse accidentalmente de sus madres, pierden el sentido de orientación y quedan a merced de corrientes que los arrastran a la orilla.
Este rescate fue descrito por sus protagonistas como una lección de solidaridad y respeto por la vida marina.
“Muestra un tema de integración de diferentes personas que no nos conocíamos, fue algo que va más allá de simplemente integrarnos, por ejemplo, por la comida o por el fútbol, porque todos finalmente se unieron para salvar a un ser vivo”, mencionó.
“En otras circunstancias, probablemente, alguien no le hubiera prestado mayor atención, pero realmente nos movió y decidimos solidarizarnos con este animal, con esta especie propia del mar peruano y devolverla a su hábitat”, concluyó.