La lucha por Paracas continúa. En nuestro primer informe especial expusimos la situación actual entre el Terminal Portuario de Paracas y los frentes civiles, ambientales y turísticos que piden la cancelación del proyecto.
Paracas es una bahía costera que vive en un 80% del turismo. El nuevo puerto se construye en la península conocida como Punta Pejerrey, colindante por solo unos metros con el área protegida de la Reserva Nacional de Paracas. Es ahí donde radica uno de los puntos de controversia.
La única carretera que conecta el pueblo con el puerto se ubica a solo 250 metros del área conocida como El Sequión. Ahí, anidan y se alimentan distintas especies de aves protegidas que verán perturbada su tranquilidad con el intenso tránsito de camiones que vayan en dirección al puerto.
“Este es el punto más protegido de la zona [El Sequión] por lo tanto no se puede caminar por ahí, ¿pero si pueden recorrer más de 1000 camiones a solo 250 metros...? Cualquier camión que pasa hace un ruido muy fuerte. No podemos imaginar que pase un camión sin tocar la bocina. La población de aves se reduce precisamente por ese impacto”, dijo Stefan Austermühle, biólogo alemán que vive hace 20 años en Perú y lidera la ONG Mundo Azul.
Esta cifra fue desmentida por el mismo Terminal Portuario, que aseguró que 1000 camiones al día sería imposible. Así lo informó Jorge Arce, presidente ejecutivo del Terminal Portuario de Paracas.
“No vamos a convertir Paracas en un nuevo Callao. El nuestro es un puerto pequeño. ¿1000 camiones al día? Ojalá los tuviéramos. Eso significaría 10 a 11 millones de toneladas de movimiento al año, eso es imposible. En esa zona no hay demanda para eso. Tendremos uno o dos camiones de concentrado de mineral al día y si se va dando la demanda, iremos creciendo”, explicó.
VIENTOS DE PARACAS
Otro problema es el fuerte viento de Paracas. Los frentes de defensa afirman que el sistema de embarque de concentrado de mineral del puerto no contempla los vientos de esta zona costera, que llegan hasta los 30 km por hora.
“Ellos quieren trabajar con un sistema de contenedores volteables, que llevan un contenedor lleno de concentrado de mineral del almacén a la bodega del barco y a una altura de 5 metros lo voltean. ¿Qué generas con eso? Polvo. Ellos dicen que no hay problema, porque en la entrada de la bodega usarán un sistema de agua que nebulizará las partículas de polvo”, afirmó Stefan Austermühle.
Jorge Arce explicó a RPP Noticias este sistema elegido por los accionistas del puerto porque no pone en riesgo a la reserva ni a los animales.
“El concentrado llega con un 9 o 10% de humedad, que no es poquito. Entra el contenedor a la bodega del barco y a una altura de un metrio y medio se voltea, o se abre una base, para que caiga el concentrado. Y por seguridad extrema, pondremos en la boca del buque un sistema de nebulización para que cualquier mínimo riesgo que pueda existir se anule con ese sistema”, señaló.
Stefan Austermühle, por su lado, manifestó que sus investigaciones sobre ese tipo de sistemas para el traslado y desembarque de concentrado de minerales no son 100% efectivos.
“Hemos investigado con las empresas que producen ese sistema de nebulización, y dicen que funcionan en un 98% en ambientes cerrados. Bajo cielo abierto, con una velocidad de viento de 2km por hora, funciona al 50% de eficiencia. El puerto quiere ahorrar dinero y nos vienen con el cuento del sistema moderno”, agregó.
PUNTA PEJERREY: ENTRE LAS AVES Y EL DESMONTE
La península de Punta Pejerrey, donde se construye el puerto, no está dentro del área protegida. Sin embargo, consiste también en una zona de descanso sobre todo para pelícanos y gaviotines peruanos. Para Edgardo Aguilar, guía de turismo y ornitólogo, se está agrediendo a estas especies.
“Hemos visto una actividad muy agresiva para el pelícano. Es un ave que llega a esta zona por descanso en la zona de migración, y para reproducción. Estas aves usan esa plataforma para descanso y hoy vemos montículos de arena que reducen el espacio. Se está agrediendo a las aves”, contó.
Asimismo, una de las especies que corre más riesgo con la llegada de camiones tan cerca a la zona del Sequión (que sí es zona protegida) es el flamenco, un ave altamente sensible.
“Esta zona es intangible para la reserva, sobre todo por la presencia de flamencos, que son aves filtradoras. Cuando haya continua asistencia de camiones, van a generarles estrés. Estas aves descienden desde los 4 mil metros para alimentarse, y al no tener dónde ─sumándole la presencia del hombre─ van a abandonar la zona. Estamos perdiendo un recurso valioso por favorecer una actividad que se puede hacer de otra manera y en otro lugar, destacó.
CONTRATO EN CUESTIÓN
En el 2014, ProInversión hizo público el contrato de concesión del Puerto General San Martín de Paracas. RPP Noticias revisó sus cláusulas y puso principal atención en la página 92, Sección XI que habla sobre las “Consideraciones ambientales”.
Según ProInversión, “En ningún caso, el concesinario será responsable de la contaminación o impactos ambientales que pudieran haber generado fuera o dentro del área de influencia de la concesión”.
Jorge Arce del TPP aseguró que tienen contemplados todos los planes habidos y por haber para mitigar cualquier tipo de daño ambiental.
“Le digo a la población que no se preocupe, que no habrá ningún daño. ¿Usted cree que como peruano permitiría que se contamine a una reserva de mi país? Tranquilos. Tenemos planes de mitigación para todo. Usaremos sistemas automáticos, por si sucede un accidente, de inmediato se paran operaciones. (…) Pero uno no es libre, somos humanos y podría suceder un accidente por eso tenemos un plan de mitigación”, comentó.
“Supongamos ─agregó─ que un contenedor con shampoo se cae al mar ¿Produciría contaminación? Sí. ¿Grave? No. ¿Se puede mitigar de alguna manera? Sí. ¿Se puede evitar para que el daño sea cero? No. Pero es tan grande la cantidad de agua de mar que inmediatamente el efecto es cero. Hay cercanía de especies ahí y puede ser que se muera algún pez, pero será un número muy chiquito”.
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