Días antes de viajar a Roma para asumir como prefecto del Dicasterio para los Obispos en 2023, Robert Prevost tuvo sentidas palabras de agradecimiento para la población chiclayana.
El papa León XIV fue anunciado como el nuevo sumo pontífice este jueves y emocionó a más de uno al pronunciarse en español ante los miles de fieles reunidos en la plaza de San Pedro, en donde aprovechó para dedicar unas palabras a su "querida Diócesis de Chiclayo".
Y es que el norteamericano Robert Prevost se mantuvo por varios años en el Perú, a donde llegó por primera vez en 1985 como misionero agustino a Chulucanas, Piura.
Años después, en 2014, desde Roma, el papa Francisco le puso al frente de la Diócesis de Chiclayo como administrador apostólico y, un año después, como obispo de la ciudad. Por esta razón, debió naturalizarse peruano, por lo que cuenta con DNI vigente.
Su misión en nuestro país culminó en 2023 y antes de dejar el país para asumir como prefecto del Dicasterio para los Obispos, tuvo la oportunidad de despedirse de los fieles chiclayanos en la santa misa y compartir una sentida reflexión sobre su estadía en el Perú.
"Ahora quisiera compartir a nivel más personal una frase de un fundador de un grupo de misioneros que vinieron de Estados Unidos hace muchos años. Este misionero dijo una frase que me hace pensar mucho y lo comparto con ustedes también en esta celebración: 'Un misionero va donde no es querido, pero si lo necesitan y se queda hasta que es querido, pero ya no tan necesitado'", inició.
"Como dije aquel primer día, cuando me llamó un periodista a preguntar cómo me sentía ser nombrado por el santo padre a esta nueva misión, lo que nació espontáneamente de mi corazón es precisamente que soy un misionero", agregó.
"He estado con ustedes y con mucha alegría durante estos ocho años y cinco meses; pero ahora, el Espíritu Santo, a través de nuestro papa Francisco, me dice ahora una nueva misión. Y aunque puede ser difícil para muchos, hay que seguir adelante. Hay que responder al Señor. Hay que decir: 'Sí, señor, si tú me has llamado, voy a responder'", mencionó.
"Desde pasado mañana en adelante, Chiclayo estará en el corazón de la iglesia en el Vaticano. Pero el Espíritu Santo, es el Espíritu Santo que acompaña a todos cuando estamos viviendo con fe. Cuando de verdad queremos nosotros también experimentar esta alegría de Cristo resucitado".
"Que Dios los bendiga siempre. Que bendiga siempre la Iglesia de Chiclayo. Que bendiga la Iglesia universal. Y que seamos siempre fieles a este llamado del señor. Así sea", finalizó Prevost.
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