José Sato, del Centro de Estudios y Prevención de Desastres, destacó la importancia de que los ciudadanos sepan en qué tipo de suelo construyen viviendas y la vulnerabilidad de las mismas.
José Sato, presidente del Centro de Estudios y Prevención de Desastres (Predes), sostuvo que para reducir el impacto de un sismo de gran magnitud, es importante tener en cuenta en qué tipo de suelo se construyen las edificaciones y la vulnerabilidad de las mismas.
Indicó que el número de víctimas puede ser menor si los ciudadanos que pretenden comprar una propiedad toman en cuenta esas consideraciones. Explicó en RPP Noticias que los efectos de un terremoto como los que azotaron el sur del país, Haití o Chile, se miden en relación a la magnitud del sismo y la ubicación del epicentro.
Comentó que en nuestro país tenemos una buena normativa sismo resistente. Sin embargo, esta no se cumple a cabalidad, por la informalidad y la corrupción. Tal es así que se permite la construcción de viviendas en terrenos no aptos, como arenosos, blandos o en las laderas de los cerros.
Refirió que los distritos con mayor vulnerabilidad son Puente Piedra, Comas, San Juan de Lurigancho, Villa el Salvador, San Juan de Miraflores, Villa María del Triunfo, por ubicarse en las zonas periféricas de la ciudad.
Precisó que la parte más vulnerable de Lima Metropolitana es el Centro Histórico. También es Rímac está en riesgo, añadió.
Agregó que el distrito de La Punta, en la provincia constitucional del Callao, sería notablemente afectado de descencadenarse un tsunami.
Estos datos los dijo en alusión a un estudio hecho por Instituto de Defensa Civil (Indeci) con financiamiento de la Cooperación Suiza, para determinar el grado de peligrosidad de las áreas en Lima.
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