Según el programa Cuarto Poder, entre enero de 2024 y julio de 2025, los parlamentarios realizaron 424 actividades financiadas con dinero público.
Una investigación periodística dio cuenta sobre el uso cuestionable de fondos públicos en el Congreso de la República. Bajo el rótulo de “eventos institucionales”, diversos parlamentarios han utilizado dinero del Estado para costear celebraciones, homenajes personales, arreglos florales, sesiones fotográficas y hasta aniversarios de leyes que ellos mismos promovieron.
Según el programa Cuarto Poder, se trata de un presupuesto que no proviene de sus bolsillos, sino del erario nacional. Entre enero de 2024 y julio de 2025, de acuerdo con documentos elaborados por el propio Congreso, se realizaron 424 actividades financiadas con dinero público, con un gasto total de 567 086 soles.
Uno de los casos más llamativos es el del congresista Alex Paredes, de la bancada Somos Perú, quien en los últimos dos años solicitó dinero para celebrar aniversarios de leyes que él mismo impulsó: en diciembre de 2024 pidió 900 soles para conmemorar el segundo aniversario de la Ley 31653, relacionada con institutos y escuelas de educación superior. En enero de 2025 solicitó 1 000 soles por el tercer aniversario de la Ley 31378, y en abril de 2024 pidió 3 000 soles más para una celebración similar.
Consultado por el programa, Paredes negó inicialmente haber solicitado esos recursos, pero luego admitió que los fondos “son parte de un presupuesto que se asigna a los despachos”.
Otro ejemplo es el del vicepresidente del Congreso, Waldemar Cerrón (Perú Libre), quien, en julio pasado, gestionó casi 5 000 soles para una ceremonia de condecoración a artistas nacionales. Entre los homenajeados estuvieron Pablo Villanueva, conocido como “Melcochita”, Carlos Alberto Urruti, Tedy Noelia Rodríguez, Eliseo Carnero, Isabel Verdy, Sandra Lizama, Katherine Leiva Díaz y otros músicos y cantantes. “Deberían dar más recursos, pero lamentablemente tiene un techo”, se quejó Cerrón.
El legislador Luis Aragón, de Acción Popular, también solicitó 300 soles para un arreglo floral destinado a la celebración del aniversario de su bancada.
En tanto, Noelia Herrera, del grupo parlamentario Renovación Popular, pidió en septiembre de 2024 la suma de 5 850 soles para una sesión fotográfica con escolares de un colegio donde figuraba como madrina de promoción. Francisco Manrique, director del centro educativo Vencedores de Pachacútec, sostuvo que la legisladora les aseguró que utilizó sus propios recursos para dicha actividad. No obstante, siempre según la investigación periodística, el dinero provenía de las arcas públicas.
Un presupuesto cuestionado
Según el reglamento vigente, cada congresista tiene autorizado un gasto de hasta 6 000 soles anuales para “eventos institucionales”. Sin embargo, especialistas advierten que este gasto es poco justificado, ya que los parlamentarios ya reciben fondos por otros conceptos.
El abogado constitucionalista y experto en temas parlamentarios, Diego Pomareda señala que estos recursos adicionales son innecesarios.
“El congresista ya recibe 15 600 soles de remuneración, 7 600 soles por concepto de apoyo logístico en la función congresal, y otros 2 800 durante la semana de representación. Dentro de los 7 600 ya está incluido la realización de eventos o cualquier actividad adicional, incluso pasajes y viáticos”, explicó.
Pomareda consideró estos gastos como un despilfarro del presupuesto público, utilizados para “alimentar los egos” de los congresistas con ceremonias simbólicas que no benefician directamente a la población. “Esto es una actitud completamente frívola por parte de los congresistas”, añadió.
El reportaje también destaca que los fondos asignados para eventos sirven como una "carta bajo la manga" para que los congresistas cumplan compromisos personales o políticos, incluso durante la semana de representación, por la que ya reciben una asignación específica.
Este tipo de gastos ocurre en un momento de crisis de legitimidad del Parlamento. Según la última encuesta de CPI, difundida por RPP, el 94.4 % de los peruanos desaprueba la gestión del Congreso.