Según un reportaje periodístico, los legisladores Darwin Espinoza y Kira Alcarraz se habrían beneficiado mutuamente con favores cuyo resultado fue la contratación de trabajadores en el Congreso de la República, entre ellos Stephanía Cuya Bezzolo, quien sostendría una relación con el integrante de la bancada de Acción Popular.
Los parlamentarios Darwin Espinoza y Kira Alcarraz, pertenecientes a las bancadas de Acción Popular y Podemos Perú, respectivamente, estarían involucrados en un presunto intercambio de favores que permitió la contratación en el Congreso de la República de Stephanía Cuya Bezzolo, una persona allegada al vocero acciopopulista.
Un reportaje de Punto Final reveló una serie de hechos que confirmaría tal premisa. Y es que el 14 de agosto del 2023, Espinoza firmó un documento cediéndole el cupo de su bancada, en la Comisión de Ética, a Alcarraz y que esta, tres días después, le “devolvió la gracia” contratando a la mujer de 31 años, que no cuenta con carrera universitaria, en la Comisión de Inclusión Social que preside.
Otro caso sería el de Myrna Mosso, quien fue coordinadora del despacho de la integrante de Podemos Perú durante ocho meses, entre el 2021 y 2022, y que, tras su salida, fue contratada como asesora de Acción Popular en agosto del 2023, el mismo mes en que Alcarraz empleó a Cuya Bezzolo.
A ello, se suman las declaraciones de un extrabajador del despacho del vocero acciopopulista, el cual señaló que “la congresista Kira Alcarraz tiene contratada en una comisión a la pareja de Darwin Espinoza”.
“Eso lo sabe todo el mundo en la bancada, o sea, tú vas y preguntas y todos saben que tienen una relación. Paran juntos, viajan juntos, almuerzan juntos, solo sé que la señorita se llama Stephanía”, agregó.
La misma fuente indicó que “en el Congreso es normal ese intercambio de favores” y que “entre los asesores de bancada de Acción Popular se tenía claro que, a cambio de la contratación de la pareja del congresista en la comisión de Kira Alcarraz, ella también le pidió contratar a una asesora que antes tuvo en su despacho y Darwin la hizo meter en el gabinete de asesores de Acción Popular”.
Cabe señalar, que hace unos días, la Comisión de Ética decidió iniciar una investigación preliminar contra Darwin Espinoza por el presunto uso irregula de recursos parlamentarios para promover su partido político Movimiento Adelante Áncash.
Fueron 13 votos a favor de la denuncia, ninguno en contra y solo una abstención, precisamente la de la congresista Kira Alcarraz.
Consultado para la nota periodística, el abogado penalista, Fernando Silva, manifestó que “en el caso de estos funcionarios que se hacen favores de ida y vuelta” podríamos “estar hablando, inclusive, de tráfico de influencias”.
Trabajó en comisión presidida por Espinoza
El reportaje precisa, además, que Espinoza y Cuya, ambos de Chimbote, no se conocieron en los fueros parlamentarios, sino antes, en el 2021, durante su campaña para el Congreso y que una vez que alcanzó un escaño, cuando lideraba la Comisión de Vivienda y Construcción, la contrató como auxiliar, puesto en el que se desenvolvió durante dos meses.
Sin embargo -sostiene el informe- pese a que ya no trabajaba en el Parlamento, Stephanía Cuya siguió visitando a Espinoza en su despacho (hasta en siete ocasiones según el registro congresal) y que dos años después volvió a laborar en el Legislativo, pero esta vez bajo las órdenes de Kira Alcarraz.
Por último, el reportaje mencionó que Darwin Espinoza se negó a darles una entrevista y que solo mencionó -vía WhatsApp- que no mantiene una relación con la referida mujer y que tampoco sabe en dónde o con quién labora ahora, una versión que contradice a lo mostrado en el informe, pues en él se observa unas imágenes en el aeropuerto Jorge Chávez del pasado 17 de marzo donde el congresista y dicha trabajadora, junto a Kira Alcarraz, retornaban de un viaje a Tarapoto donde la Comisión de Inclusión Social realizó donaciones de sillas de rueda.
Asimismo, el dominical captó, ese mismo día a Darwin Espinoza y Stephanía Cuya ingresando al departamento de esta última, donde el parlamentario permaneció por espacio de 30 minutos.
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