El regreso a clases presenciales con todos los cuidados debidos es el primer gran reto del sector Educación luego de que Pedro Castillo asuma la presidencia del Perú el 28 de julio. ¿Qué debe tener en cuenta?
Un año y medio después de iniciada la pandemia de la COVID-19 en el Perú, los alumnos todavía no vuelven a las aulas, a pesar de que cada vez hay más estudios que dicen que los colegios no son fuentes importantes de contagio si se toman todas las medidas sanitarias.
La educación es interacción, y si bien el retorno a clases ha empezado en algunas zonas rurales, la tarea del gobierno entrante liderado por Pedro Castillo es acelerar un plan que se debió empezar hace tiempo para evitar el impacto negativo de esta pandemia en el aprendizaje, sobre todo de los más pequeños.
"No sabemos la profundidad de las consecuencias respecto a los vacíos de aprendizaje, las necesidades emocionales y los problemas que se están generando producto del confinamiento en el cual tenemos a niños, niñas y adolescentes en nuestro país", sostiene Paul Neyra, docente y director general de The Learning Factor. "Cada día que pasa que detenemos el proceso de abrir grandes bolsones de colegios en ámbitos tanto urbanos como rurales, va a tener consecuencias muy grandes en nuestro país", agrega.
Garantizar una educación semipresencial para todos debería ser la meta principal del nuevo gobierno de Pedro Castillo, sostiene Carla Gamberini, especialista en educación y cofundadora de +Educación.pe. Para ella, hablar del regreso a clases después de un año y medio de escuelas cerradas "no solo es tardío, sino una expresión de la poca prioridad que el país le ha dado a la educación". "Somos uno de los pocos países del mundo que abrió antes peluquerías, todo tipo de negocios, que incluso expandió la capacidad en restaurantes, y no le dio prioridad a la educación", añade.
Si bien el modelo de educación a distancia implementado en el Perú, llamado Aprendo en Casa, fue muy efectivo y pudo resolver la urgencia durante los primeros meses de la pandemia de la COVID-19, su implementación no suple la educación presencial, necesaria para el desarrollo de los niños y jóvenes. "El problema es que Aprendo en Casa, como programa de educación a distancia, debió haber progresado el año pasado a un retorno semipresencial a escuelas", manifiesta Gamberini.
¿Cómo se regresa a clases en medio de la pandemia?
Si bien existe un plan que se está llevando a cabo por el Ministerio de Educación para el retorno a clases, así como diversos programas para reforzar la enseñanza en zonas rurales, a decir de los especialistas, este debe acelerarse mucho más.
Carla Gamberini hace hincapié en que el próximo gobierno debe garantizar el regreso de clases semipresenciales de manera segura. "No podemos hablar de un retorno masivamente presencial. Tiene que ser un regreso progresivo en la semipresencialidad, especialmente para lugares donde sí se tiene acceso a conectividad. En las zonas rurales, donde no hay Internet, sí hay que propiciar que esta presencialidad sea más frecuente, en grupos seguros, especialmente para los más pequeños, que están perdiendo desarrollos de competencias. Son los que se ven más afectados".
La estrategia del próximo gobierno, en resumen, debe verse tanto en el ámbito urbano (con facilidades de traslado y buena conexión) como rural (dificultades para trasladarse y poca o nula conexión). "Tiene que ser muy focalizada para que pueda funcionar", dice Gamberini, quien incluye en la ecuación a los maestros, colegas del presidente Pedro Castillo. "[La estrategia] también se debe centrar en fortalecer al docente, para que ellos puedan liderarla. Porque si no fortaleces a los docentes y directivos, tu estrategia escrita no va a poder ser implementada".
En ese sentido, el exministro de Educación Jaime Saavedra, actual director de educación del Banco Mundial, concuerda en que los profesores deberían tener la responsabilidad de "medir" la situación de los niños al regresar a las aulas, con todo el apoyo del gobierno. Algo en lo que otros países nos llevan la delantera. "Hay que hacer un conjunto de intervenciones, ajustar los calendarios escolares, modificar los currículos, ser pragmáticos y asegurarnos de que los chicos logren los aprendizajes fundamentales. Y hay que darles a los maestros las herramientas para que puedan medir dentro del aula cuál es el nivel de aprendizaje de cada uno de los niños", dijo a RPP Noticias.
Si no se acelera el proceso para hacer algo pronto con el regreso a clases, como va la pandemia, el tiempo perdido será irrecuperable. La falta de interacción y socialización, indispensables sobre todo en algunos niveles educativos, están dejando secuelas preocupantes. "Para muy pocos países tenemos datos reales de cuál es el nivel de aprendizaje a un año y medio de escuelas cerradas", comenta Saavedra.
"En Sao Paulo, han hecho evaluaciones de aprendizajes en sus chicos, y encontraron que a diciembre de 2020 habían aprendido solo 26% de lo que hubieran aprendido con clases presenciales. En Chile muestran que [los chicos] han aprendido solo el 60% de los aprendizajes mínimos, es decir solo han llegado al 60% de lo básico. No tenemos más datos porque no se está midiendo, eso es fundamental que se haga apenas los chicos regresen, para saber la magnitud", agrega.
El sector requiere acciones inmediatas y un trabajo a largo plazo que contemple tanto a los alumnos, como a los profesores, además de hacer un control de daños que deben parar a un año y medio de iniciada la pandemia de la COVID-19.
Comparte esta noticia