A sus 79 años, el economista será el candidato más longevo de las Elecciones 2021. Postula con Avanza País, el partido que alguna vez tuvo como candidatos a Ulises y Antauro Humala. Su principal planteamiento: formalizar a los informales.
Un pacto social con 170 gremios de micro y pequeños empresarios y comunidades mineras. Aquel fue el gran anuncio durante la presentación oficial de Hernando de Soto como candidato a la presidencia por el partido Avanza País. El autor de "El otro sendero" y "El misterio del capital", libros donde profundiza en el capitalismo y sostiene que los sectores informales deben incorporarse a la legalidad, era coherente con las ideas que lo hicieron conocido en el mundo y que respalda desde hace varias décadas.
Aunque se trate de su primer intento para ocupar el máximo cargo gubernamental, De Soto, a sus 79 años, es una personalidad conocida en la escena política. Dirigió el Banco Central de Reserva en el gobierno militar de Francisco Morales Bermúdez, asesoró a Alan García en su primer gobierno (1985-1990), como lo hizo con Alberto Fujimori en los años iniciales de su primer mandato (1990-1995), apoyó la candidatura presidencial de Keiko Fujimori en el 2011, y para los comicios de 2016 integró el equipo técnico de Fuerza Popular.
De Soto nació en Arequipa, pero se formó en Ginebra, Suiza, debido al autoexilio de su padre, Alberto Soto de la Jara, un diplomático que se opuso al golpe de Estado de Manuel A. Odría a finales de los años cuarenta. Estudió Psicología social en la Universidad Nacional San Agustín de Arequipa, Economía en la Universidad de Ginebra, y obtuvo una maestría en Derecho Internacional y Economía en el Instituto Universitario de Altos Estudios Internacionales de Ginebra.
Presidente y fundador del Instituto Libertad y Democracia, De Soto ha recibido varios reconocimientos a lo largo de su vida profesional. Los más resaltantes: en el 2004 la revista Time incluyó al economista en la lista de las 100 personas más poderosas e influyentes en el mundo; en el 2005 las revistas Prospect y Foreign Policy lo ubicaron entre los 100 intelectuales públicos más relevantes en el mundo; y en el 2006 la revista The Economist le hizo entrega del Premio a la Innovación. Alguna vez Forbes lo destacó como uno de los innovadores que reinventarán el futuro.
“Si hay que reconocerle algo es que es un peruano universal. No podemos ser mezquinos. Pero eso no le garantiza opciones para ser Presidente de la República. Nuestro peruano más universal, Mario Vargas Llosa, no pudo”, dice Gonzalo Banda, investigador en Ciencias Políticas de la Universidad Católica San Pablo de Arequipa y la Universidad Católica de Santa María.
Banda ha seguido de cerca los acercamientos que De Soto ha tenido en los últimos años con los mineros informales de Acarí, en Arequipa. Considera que allí tiene un gran bolsón electoral. “Ha generado una relación de confianza con ellos. Siempre se dice que De Soto es un candidato perfecto para el establishment económico limeño que vería con buenos ojos que un economista dirija el Perú, pero él también tiene estos vasos comunicantes. Su premisa es que la formalización va a incorporar a estos peruanos a la economía, y con ello van a negociar con las instituciones financieras”, dice.
En un contexto como el actual, con un país golpeado por la pandemia, donde según el Instituto Nacional de Estadística e Informática solo la tercera parte de los peruanos —poco más de diez millones— posee algún tipo de trabajo, y donde la informalidad laboral creció al 71.1% —de acuerdo a un informe de la Cámara Nacional de Comercio, Producción, Turismo y Servicios del país—, la candidatura de De Soto tendría que generar arraigo.
Sin embargo, Banda es escéptico al respecto. “La idea de que un economista en un periodo de recesión económica se encargue del país no parece disparatada. Pero tenemos el antecedente de Pedro Pablo Kuczynski y no le fue muy bien”, anota.
Hernando de Soto se afilió a finales de septiembre a Avanza País, un partido fundado en Santiago de Chuco, La Libertad, que solo ha participado en una elección general en dos décadas de existencia, cuando lanzaron a Ulises Humala, hermano mayor del expresidente Ollanta Humala, en el 2006. Comicios en los que Antauro Humala, el menor de la familia, tentó su ingreso al Parlamento. En aquella ocasión no superaron la valla electoral, perdiendo su inscripción en el Jurado Nacional de Elecciones. Inscripción que recuperaron en el 2017. La postulación de De Soto ha significado un cambio en el logo del partido que antiguamente tenía como imagen a un frejol germinando en homenaje al exalcalde de Lima Alfonso Barrantes. Ahora, con De Soto, es un tren en marcha.
“No es un proyecto político que De Soto se haya esforzado en construir. Está postulando con un partido de los muchos que tenemos en el país que son medio cascarones. Son partidos que en lugar de trabajar una plataforma aprovechan la inscripción para palanquear o levantar candidaturas más personalistas. Y esta es una de ellas”, afirma José Luis Incio, candidato a Doctor en Ciencias Políticas por la Universidad de Pittsburgh.
El empresario Carlos Añaños, expresidente del Grupo Aje, y el excongresista Marco Miyashiro se han sumado al equipo de plan de gobierno de Hernando de Soto. En su plancha presidencial van Corinne Flores y Jaime Salomon. Cuando oficializó su candidatura lo acompañó Jorge Paredes Terry, representante de la comunidad campesina de Fuerabamba, Apurímac, vinculado a Antauro Humala y a agrupaciones radicales. “Hemos logrado convocar a muchos de los que estaban en el antisistema a favor de un país moderno”, declaró De Soto a RPP Noticias. En el caso de que ganara las elecciones, Hernando de Soto asumiría el cargo, en julio de 2021, con 80 años.
Comparte esta noticia