Rafael Belaúnde, exministro de Energía y Minas, resaltó que la minería ilegal vinculada al oro "hoy mueve más dinero que el narcotráfico", con un "poder de corrupción y de violencia realmente enorme". Además, dijo que se debe promover "reformas agresivas" en materia social.
Rafael Belaúnde, exministro de Energía y Minas, en diálogo con RPP, consideró que el avance de la minería ilegal en nuestro país es una realidad que puede transformarse en un problema mayor si el Estado no implemente mecanismos efectivos para combatirla. En esa línea, señaló que la situación podría hacer que el Perú se convierta en algo similar al cártel de Sinaloa, una organización transnacional de origen mexicano dedicada al narcotráfico.
"Yo creo que el peligro es enorme, porque la minería ilegal, sobre todo la vinculada al oro, hoy mueve más dinero que el narcotráfico, y el poder de corrupción y de violencia es realmente enorme. Hemos visto, en Pataz, por ejemplo, que derriban torres de alta tensión como en la época de Sendero Luminoso. Entran a las galerías de las minas asaltantes con armamento de guerra, asesinan a los trabajadores para robarse el mineral. Entonces todo este circuito que promueve la minería criminal […] ha bajado a Trujillo, [donde] hay atentados con explosivos contra casas", alertó.
"Es decir, estamos corriéndonos el riesgo de que esto se convierta en una especie de [cartel de] Sinaloa en el Perú, es decir, es ya la claudicación del Estado ante las organizaciones criminales y eso que está ocurriendo en Pataz, en Trujillo", remarcó.
Belaúnde Llosa consideró que esa situación de violencia criminal "evidentemente, afecta a las inversiones porque el inversionista lo que quiere, primero, es seguridad jurídica, cosa que este gobierno se ha encargado también de erosionar; requiere predictibilidad, es decir, ‘oye, las reglas de juego que tengo hoy son las que van a ser de acá a dos, tres, cinco años’. Este gobierno también se ha dedicado a erosionar la predictibilidad [con] cambios en el marco legal, cambios en las bases impositivas, y después está la proliferación del crimen".
"Es decir, si no resolvemos el problema de la criminalidad, no van a venir las inversiones que el Perú requiere. Y esto sobre todo afecta no solamente al gran capital, porque el grueso de la inversión que mueve la economía no son las grandes inversiones, es la inversión que hace el bodeguero en ampliar su bodega, la que hace el que tiene un restaurante. Entonces, eso está afectando directamente a la gran inversión, que es esa inversión pequeña que es la gran empleadora del Perú. La extorsión y el sicariato asociado a ellas afecta directamente a la principal fuente de inversión y de generación de empleo en el Perú", subrayó.
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"La minería ha generado para el Estado peruano una renta descomunal"
El exministro de Energía y Minas resaltó además que "la minería ha generado para el Estado peruano una renta descomunal", pero que, pese a ello, esto no se traduce en inversión a favor de la población local.
"La minería ha generado para el Estado peruano una renta descomunal. En los últimos cinco años son como 100 mil millones de soles, y la verdad que esos recursos se quedan básicamente en el circuito de la política, se quedan en el gobierno regional, en el municipio provincial o en el municipio distrital. Y ahí tienen problemas vinculados a la corrupción, problemas vinculados a la mala focalización. Tenemos distritos donde tienen estadios de fútbol con más aforo que ciudadanos y, sin embargo, no tienen agua potable. Entonces, la forma como el canon ha estado diseñado no le ha cambiado la vida a las personas que viven en las zonas de influencia minera. Sobre el corredor minero hay familias que, en la noche, tienen que meter el ganado a su casa para no congelarse en la época del friaje", señaló.
En base a ello, Beláunde Llosa propuso que se podría "hacer un trípode", de modo que si "aparece un gran yacimiento minero, una parte se la tiene que llevar la empresa que es la que ha puesto el billete, otra parte se la llevará el Estado vía renta minera, y otra parte le tiene que tocar al ciudadano que vive en la localidad".
"No puede ser que el ciudadano que vive con los beneficios y los costos de una gran operación minera sea un invitado de piedra. Hay formas de individualizar el canon, ya sea a través de transferencias directas vía un cheque minero sobre un porcentaje del saldo no ejecutado, porque el canon minero también se ejecuta muy poco, el 50% del canon minero no se ejecuta, y potenciar programas como Juntos, Pensión 65, Beca 18. Es decir, tiene que haber un impacto directo en las familias que viven en las zonas mineras a partir de la puesta en marcha de un proyecto minero", aseveró.
Además, Rafael Belaúnde refirió que el Perú "es un país que requiere muchas reformas, sobre todo en el frente social".
"Entonces lo que hay que saber conjugar, es decir, la historia nos ha enseñado que es la iniciativa privada, la inversión, la que genera el dinero. Y después tiene que haber una agenda social muy agresiva, reformas muy agresivas para empoderar al ciudadano, para extender el mercado por todo el Perú. Y esa es la parte que ha fallado en los últimos 30 años", sostuvo.
Estas "reformas muy agresivas", según Beláunde, deben ser en temas como "derechos del consumidor".
"El Perú es un país donde hay mercados muy concentrados. En el mercado farmacéutico, en el mercado previsional, solamente hay cuatro AFP, no hay otras alternativas para invertir. Es decir, es la falta de competencia en el Perú, lo que ha predominado lamentablemente ha sido el mercantilismo. Y si uno ve también cómo actúa el Congreso [que] promueve leyes en función de los intereses de los grupos de poder que lo dominan. Y ahí están las leyes a favor de la minería ilegal, las exoneraciones tributarias a la agroindustria del 50 %, que me parece que es un horror; esta nueva ley de reforma que se quiere hacer a las AFP para seguir metiéndole la mano al bolsillo, ya no sólo al trabajador en planilla, sino a los independientes", indicó.
"Es decir, tenemos que entender que en la economía de mercado es el ciudadano el soberano, es el consumidor el que manda, no la empresa. Entonces tenemos que hacer las reformas que nos generen una economía abierta al mundo, sólida, clara, con reglas claras, para que venga la inversión, pero el esfuerzo permanente del gobierno tiene que estar en empoderar al individuo, al ciudadano, no a los monopolios, no a los mercados concentrados", puntualizó.