NIUSGEEK tiene a prueba al LG EVO C2, el televisor OLED de 65 pulgadas, resolución 4K y webOS 22.
Probar un televisor no es fácil. Hay que analizar diversas variables: precio, calidad de imagen, plataforma de servicios, integración con el hogar, materiales de construcción, tipo de panel, conectividad, rendimiento, calidad de las entradas, compatibilidad con otras tecnologías de reproducción de contenidos, entre otras peculiaridades que puedan aparecer en el camino. Pese a estos múltiples asuntos por resolver, LG ha sacado un televisor que me facilitó la posibilidad de hacer reseñas. Esta es la opinión de NIUSGEEK sobre el OLED EVO C2.
LG OLED EVO C2: especificaciones técnicas
LG | OLED EVO C2 65 PULGADAS | |
TAMAÑO Y PESO | 1441 x 879 x 215 mm | 14.8 kg | |
PANEL | OLED 4K 65" | 120 hz | 10 bits | 3840 x 2160 | |
CPU | OS | 4K Alpha 9 Gen 5 con funciones IA | webOS 22 | |
HDR | Dolby Vision IQ | HDR10 | HLG | Filmmaker mode | |
ENTRADAS | HDMI 2.1 x 4 | USB 2.0 x 3 | cable óptico | Ethernet | audífonos o línea | antena | |
CONECTIVIDAD | WiFi 5 | BT 5 | iSDB-T | App ThinQ | |
GAMING MODE | G-Sync | FreeSync | VRR | GeForce Now | Stadia | |
AUDIO | Dolby Atmos | salida 2.2 40W | |
LG OLED EVO C2: esto es lo que debes saber del equipo
Bordes pequeños y de peso ligero. La tendencia en construcción de los OLED LG ha pasado por diversas evoluciones, y ha llegado a un punto en el que logran dar balance a la libertad del panel y la caja de componentes en la parte trasera. Si bien estamos ante un equipo muy similar al C1, los cambios radicales están bajo el chasis de fibra compuesta – algo similar a la de carbono, pero desarrollada por LG bajo los estándares de cuidado del ambiente -.
Sin embargo, podemos ir repasando la estructura del equipo. Contamos con bordes muy pequeños – cercanos a los 7 milímetros de ancho – y un chasis muy ligero, al punto que pesa menos que mi TV de 55 pulgadas. En la parte inferior del panel contamos con el sensor para IR y una serie de luces que nos indican el uso del asistente de LG.
Sin muchos cambios en el control remoto. El Magic Remote sigue siendo el elemento, más “débil” en este nuevo modelo. Acabado en plástico, pulsación más o menos cómoda y muchos más botones que los que encontramos en otros sistemas como los de Samsung. LG pone en aviso, por cierto, que este control remoto solo tiene garantía por 3 meses.
Desde el control tenemos acceso al puntero sobre webOS y a diversos servicios de streaming, lo usual en esta categoría de productos de LG. Es, seguramente, el detalle menos “premium” de un televisor caro, y LG debe considerar eso.
EVO: evolución en la calidad de imagen. Este es, seguramente, el salto más importante entre modelos C, incluso frente al C1. Esto se logra gracias a la quinta generación de procesador Alpha 9 para video, que permite un mejor escalado de imagen por IA, una mejor distinción de planos en los objetos – sí, hay reconocimiento de objetos por primer o segundo plano – y una serie de optimizadores que mejoran consistentemente la imagen.
En este caso, LG echa mano de la combinación entre el panel OLED EVO – una tecnología que potencia hasta en 20% el brillo y enfatiza los tonos blancos con más precisión – y la capacidad de análisis en tiempo real del Alpha 9 para desarrollar funciones como el “Mapping Pro”, que permite analizar automáticamente la imagen para optimizarla en función de la escena.
webOS 22 y la sobrecarga de contenidos. La última vez que usé webOS, el sistema operativo de los televisores de LG, fue en 2017. En esa ocasión, podíamos navegar sobre diversas apps sin necesidad de dejar de ver lo que teníamos en pantalla, sea app o señal en vivo. Ahora, eso cambió.
Nos encontramos con un dashboard que cubre la pantalla completamente, y que permite reconocer diversas fuentes de video y tener a mano opciones de navegación dentro del TV. Eso sí, se hace un poco pesado tener que pasar entre apps sin ver imagen de fono, incluso con el Magic remote que, a mi gusto, es demasiado veloz – aunque esto se puede ajustar en opciones, igual se movía demasiado para mi gusto -.
Entre las novedades que tenemos, figuran la creación de perfiles y el control parental dentro del TV, de tal forma que podemos saber cuánto tiempo pasó cada usuario viendo televisión. Esto permite tener un reporte claro de uso.
Otro punto es la integración del “Hogar Inteligente” desde la pantalla, aunque un PIP desde servicios de streaming hubiese quedado genial. Desde esta pantalla podía corregir mis luces, prender mis regletas y desactivar equipos.
La propuesta de apps ha crecido, y hoy tenemos a mano múltiples servicios, incluyendo audio. Eso sí, hasta ahora no entiendo por qué los Smart TVs fuera de Android TV no son capaces de incluir un VPN en sus mercados de apps.
Otro apartado bien logrado es el aprovechamiento de “Hi LG”, el asistente por voz – ojo que también tiene compatibilidad con asistentes de Google y Amazon, pero es distinta -. A diferencia de otros sistemas que requieren desplegar la info en pantalla completa, LG solo usa porciones de la pantalla OLED apagada para darnos información, casi como un AOD de teléfono. Es hermoso ver cómo emergen, desde la penumbra del OLED, notificaciones del clima y resultados de búsqueda sin necesidad de encender toda la pantalla.
Lo bueno es que el paseo sobre esta suite de opciones es a 120 hercios, haciendo que toda la experiencia se vea realmente fluida. Lamentablemente, me deja la sensación de que webOS todavía quiere “hacer demasiado” y opaca la simpleza de antaño con elementos recargados en todas las pant6allas, tratando la experiencia de TV como una Tablet.
Solo un detalle: a nadie realmente le importa el número de versión de webOS, o si salta de 6 a 22, sobre todo cuando no cambia mucho respecto a la generación anterior. Bien que lo hayan emparejado, pero no es relevante.
¿Qué tal se ve este OLED TV? SI hay una palabra que debo escoger, debería ser IMPRESIONANTE. Es, por mucho, la mejor experiencia de visualización de contenidos en una TV. Sin importar el sistema operativo, o los elementos de navegación, este OLED WRGB se luce en todo momento.
Hablamos de una múltiple compatibilidad con HDR10, Dolby VIsion IQ, HLG y hasta el estándar gaming HGiG. Pese a eso, no tenemos soporte para contenido bajo HDR10+, el usado en Prime Video, por ejemplo. Pese a eso, tenemos una pantalla que roza los 800 nits de brillo máximo y reduce considerablemente el rebote lumínico sobre el panel desde ventanas o luces. No es mate, pero reduce.
La paleta de colores en el “Filmmaker mode” se establece en tonos neutros para optimizar el visionado de imágenes y dando prioridad al HDR, un ajuste que los amantes de la edición agradecerán. Los demás tonos andan bien, aunque deberías evitar el “sport” siempre, debido a su ridícula distorsión de colores cercanos al verde.
Otro punto positivo de la experiencia de uso ha sido el manejo de movimiento entre imágenes o la “interpolación de movimiento”. En este modelo, LG ha logrado suavizar la transición entre imágenes a un nuevo nivel, cuidando que cada cuadro se vea claro y sin desenfoques, sin importar la fuente. Desde SDR, si bien la luminosidad baja un pco, el escalado es admirable.
Ojo que esto no menciono sin contar el audio. Es ahí en donde la lucha con el sistema de detección de movimiento de Samsung pone a esta TV un paso detrás. Ojo que tenemos Sound Pro AI, que parece apuntar el audio hacia el espectador sin importar la posición de los parlantes bajo la pantalla, pero está detrás del algoritmo de detección de Samsung, y nos lleva a considerar la inclusión de una barra de sonido.
Detalle sobre los equipos Bluetooth. Podemos emparejar, sin problemas, equipos de terceros y echar a andar dos simultáneamente, pero el sistema “Surround Ready” de baja latencia solo está disponible en equipos de LG.
¿Qué hay del burn-in? Por años, existía un argumento en contra de esta tecnología OLED: la latente posibilidad de que, a mediano plazo, los leds orgánicos comenzaran a “quemar” la pantalla y tatuar imágenes fijas sobre el panel, un tema que se ha visto en varios modelos de LG. Con el C2, la marca intenta eliminar de raíz el problema.
Este nuevo OLED EVO cuenta con un sistema de limpieza y mantenimiento que evita que las imágenes se “impregnen” en el panel y reinicia la posición de los leds orgánicos en la pantalla. Este ajuste puede ser llevado a cabo por el usuario o activado de manera automática. Para este modelo, la garantía local de LG cubre al equipo por 2 años, mientras que su tiempo de vida para actualizaciones es de seis.
LG OLED EVO C2 ¿Vale la pena?
Sí. Por el momento, es el mejor panel que el dinero puede comprar, y el tamaño realmente optimiza las herramientas mencionadas. Seguramente, en los tamaños disponibles menores a 55 pulgadas, estos beneficios serán más similares al buen C1. Desde 55 a más, el poder del EVO es evidente.
LG finalmente pone el juego en otra perspectiva: contraste perfecto, imagen suave, luminosidad, alta tasa de refresco, compatibilidad con AMD y NVIDIA, puertos HDMI de reciente versión, ligereza, estilo, velocidad y un horrible control remoto – frente a los de carga solar o con puertos USB-C de Samsung, el Magic Motion parece salido de un TV barato -. Quiero ver el C3, y saber hacia dónde más este salto exponencial mostrado por el C2 es capaz de llegar. Ve por él si tienes el dinero. En 55 debería ir bien, pero en 65 es mejor.
Equipo cedido a préstamo por LG Perú desde el 27 de mayo hasta la publicación de la reseña. Precio en el mercado local: 9,999 soles.
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