Rusia tiene que incrementar su presencia en el sector de servicios espaciales internacionales en el que están interesados cada vez más países.
La Agencia Espacial Rusa (Roscosmos) anunció hoy la revisión de su programa de desarrollo tras una serie de fracasos y accidentes como el del carguero Progress que se estrelló en agosto pasado con una carga vital para la Estación Espacial Internacional (EEI).
"El mercado espacial mundial representa este año 267.000 millones de dólares. Nosotros sólo tenemos un 3 por ciento", aseguró Vladímir Popovkin, director de Roscosmos, citado por las agencias rusas.
Popovkin subrayó que Rusia tiene que incrementar su presencia en el sector de servicios espaciales internacionales en el que están interesados cada vez más países, cuando realiza el 40 por ciento de los lanzamientos espaciales.
Además, adelantó que para 2015 se multiplicará por cuatro el número de sondas y también se aumentarán los satélites de comunicaciones para operaciones de salvamento Kospas-Sarsat.
Con respecto a los satélites para el sistema de navegación ruso Glonass, análogo del GPS estadounidense y que debería entrar en funcionamiento en todo el mundo dentro de un mes, también se incrementarán de 24 a 30, agregó.
Popovkin destacó que Rusia no tiene más remedio que cooperar con China, la potencia espacial emergente, aunque matizó que Roscosmos no tiene intención de ceder al gigante asiático toda su tecnología.
En relación con los cambios de las fechas de lanzamiento por la catástrofe del Progress a finales de agosto pasado, el funcionario adelantó que un nuevo carguero será lanzado el 30 de octubre "para comprobar que hemos tomado las medidas necesarias".
"El 14 de noviembre lanzaremos una Soyuz con tres cosmonautas y otros tres serán lanzados el 21 de diciembre, fecha en la que la Estación Espacial Internacional volverá a operar ", dijo Popovkin.
Además, adelantó que el 8 de noviembre se enviará a Marte la nave Fobos-Grunt, que debe instalar una estación automática en un satélite del planeta rojo.
Este proyecto permitirá estudiar el espacio y clima colindantes, cómo la radiación afecta a la vida en el planeta rojo, y ensayar las principales tecnologías de las futuras expediciones a Marte, como la toma de pruebas de terreno en condiciones de ingravidez y, sobre todo, la operación de aterrizaje.
EFE
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