El mejor instante para verlas es antes del amanecer; Debes observarlas a simple vista, alejándote de las ciudades y buscando un lugar lo más oscuro posible sin obstáculos en el horizonte.
El mes de junio es catalogado por los científicos como el más activo de todo el año en cuanto a la actividad de los meteoritos y la lluvia de estrellas fugaces; algunos incluso coincidirán la misma noche.
Pero, ¿qué son, cómo se forman, cómo afecta la tierra, en qué lugares se podrán apreciar mejor?
Todas las lluvias de meteoros están asociadas a las partículas de hielo y rocas que dejan los cometas en el espacio o también a un cometa extinto convertido en asteroide.
En la mayor parte de las lluvias, desconocemos qué cometa la produce. Es el caso de las lluvias de junio. El nombre de cada lluvia proviene de la constelación en la que se observa y normalmente se cita la estrella más cercada de dicha constelación al radiante.
Las lluvias comienzan el 4 de junio. Nos encontraremos con la máxima actividad de las Omega Escórpidas y Escórpidas Sagitáridas la misma noche. Si se mira hacia el sur, nótese la constelación de Escorpión para contemplar unos 5 meteoros por hora.
La siguiente lluvia está asociada al cometa Mellis de 1915. Puede presentar gran actividad entre los días 5 y 6.
El día 7 es el día grande de las lluvias de meteoros en junio y nos encontraremos con dos lluvias; las Ariétidas y las Zeta Perséidas.
El mejor instante para verlas, es antes del amanecer que es cuando hace su aparición la constelación de Aries, mirando al Nor Este, que aparecerá después de haberse puesto la Luna, por lo que el cielo estará completamente a oscuras.
El día 8, otras dos lluvias harán su aparición: las Iota Escórpidas y Líbridas. La primera se repite en la constelación de Escorpión, mientras que la segunda es la constelación de Libra. Ambas constelaciones se hacen visibles nada más al oscurecer.
A nuestros seguidores, les pedimos estar atentos a otras apariciones importantes que se presentarán los días 12, 15, 16, 18, 20 y 26, noches que deberían seguir los consejos siguientes:
- No hace falta ninguna ayuda óptica, se deben observar a simple vista y en la dirección del radiante
- Alejarse de las ciudades y buscar un lugar lo más oscuro posible sin obstáculos en el horizonte.
- La mejor forma de observar, es echado o sentado y reclinado.
- Contemplar las lluvias cuando la Luna no haga su aparición, ya que con su luz, no nos dejará ver parte de la lluvia.
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