El Departamento de Justicia de los Estados Unidos ha presentado 23 acusaciones contra la empresa de telecomunicaciones Huawei, en un momento decisivo para el proceso de investigación contra Meng Wanzhou, la directora financiera de la compañía china que ha sido sindicada como autora de robo de propiedad intelectual, violación de tratados internacionales y otros delitos. Esta nota resume los puntos importantes de esta historia.
Comienza uno de los capítulos más tensos en las relaciones entre Estados Unidos y China. El “caso Huawei” ha vuelto a ser protagónico en las últimas horas, tras la presentación de 23 cargos contra la compañía por parte del aparato judicial estadounidense, y el inicio pronto del proceso de extradición de Meng Wanzhou, arrestada en Canadá desde el 1 de diciembre. Con esto, la distancia entre los gobiernos de China, Estados Unidos y Canadá se amplía, y no parece haber una salida diplomática a la brevedad. Desde enero del 2018, el gobierno de Estados Unidos ha iniciado un bloqueo empresarial contra Huawei, la compañía china que se ha vuelto clave en el sector de las telecomunicaciones a nivel global. En las últimas horas, las repercusiones tras el arresto de la directora financiera en Canadá han pasado desde una enérgica reacción de la prensa china, hasta nuevas posibilidades de bloqueo empresarial en países como Japón e Inglaterra.
Es un caso que tiene varias aristas, pues no solamente es un asunto comercial. Las acusaciones de espionaje desde China a Estados Unidos se han alimentado con investigaciones de Bloomberg, rumores de un hackeo al teléfono del presidente Trump y respuestas ácidas desde altas esferas del gobierno chino. Es un contexto que debe ser desgranado.
La importancia de Huawei en las telecomunicaciones del mundo
Para los que no están al tanto de cómo la industria se va moviendo en los últimos años, Huawei es un nombre que ha sonado con fuerza en esta década. Desde su fundación en 1987, Huawei ha destacado por su alto nivel de inversión en el desarrollo de las telecomunicaciones a nivel mundial. Un gran porcentaje de productos asociados a la industria “telco”, tanto en infraestructura como implementación, provienen de esta compañía china cuyo ideograma significa “acto magnífico”, pero también puede ser interpretado como “Orgullo de China”.
Con 178 mil empleados a nivel mundial, y 16 laboratorios de investigación repartidos en el planeta, está detrás de Samsung como una de las marcas que más smartphones vende. Además, es una de las empresas que más ha innovado en la expansión de la nueva red 5G, y ofrece tecnología de redes a más de 100 países en el globo. Por esta posición privilegiada en la industria, lograda en 30 años de existencia, esta multinacional con base en Shenzhen ha estrechado su relación con el gobierno chino, y servido de catapulta a otras marcas chinas que han logrado extender su mercado.
Sin embargo, su historia está plagada de conflictos corporativos. Durante 2003, Cisco interpuso una demanda por una supuesta copia de software e infracción de patentes, y Huawei tuvo que retirarse del mercado estadounidense. Este movimiento fue interpretado por analistas como “una ratificación de las acusaciones”.
En esta década, Huawei fue investigada por la Unión Europea y Canadá. Ambas acusaciones planteaban preocupaciones sobre la privacidad y la seguridad nacional, en donde Huawei aparecía como un caballo de Troya chino con el fin de espiar determinadas comunicaciones y los sistemas internos de los gobiernos.
A pesar de estas acusaciones, Huawei ha logrado alianzas estratégicas con socios regionales en telecomunicaciones, permitiendo que la tecnología de redes desarrollada por los chinos fuera el estándar que la industria utiliza hoy. La tasa de participación de Huawei en las redes actuales es muy alta, y eso genera no solo celos empresariales, sino también preocupaciones por su estrecho vínculo al gobierno de China.
El conflicto EEUU - Huawei
Desde enero, el gobierno de Estados Unidos ha baneado de manera no oficial a Huawei. Durante el Keynote de Huawei en el CES 2018, el CEO Richard Yu se mostró particularmente incómodo con la decisión tomada por AT&T de no ofrecer el Mate 10 Pro en suelo estadounidense. Durante años, Huawei persiguió el “sueño americano” de ofrecer su catálogo, pero la operadora habría optado por suspender el acuerdo debido a presiones de la administración Trump.
De acuerdo con The New York Times, un grupo de legisladores envió un comunicado a la FCC (la Comisión Federal de Comunicaciones) expresando sus dudas acerca de un potencial acuerdo entre Huawei y una empresa de telecomunicaciones “sin nombre”, para ofrecer sus productos en los Estados Unidos. Fueron mencionadas preocupaciones de larga data acerca de los vínculos entre Huawei y el gobierno chino.
En 2007, por citar alguna, Huawei fue impedida de firmar con 3Com un emprendimiento llamado H3C que buscaba competir en el mercado de telecomunicaciones estadounidense con productos para conexión a internet. Este acuerdo terminó en la compra del 48% de participación de Huawei por 916 millones de dólares.
El espionaje chino
Lo que aduce el gobierno estadounidense es un largo proceso de espionaje desde China, aprovechando la enorme presencia de Huawei en redes de telecomunicaciones. Los miedos del presidente Trump han sido reforzados por la investigación de New York Times sobre el doble “chuponeo” al iPhone personal del empresario desde China y Rusia. De acuerdo con el reporte, los chinos pretenden usar toda la información posible para ejercer presiones en los acuerdos comerciales.
Tal ha sido el impacto de esta investigación, que la propia subdirectora del Departamento de Información del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Hau Chunying, aportó una solución irónica al gobernante: “Si están muy preocupados por el uso de iPhone, pueden usar Huawei”.
El tema del espionaje chino también vino empujado por una investigación publicada por Bloomberg, respecto a la presencia de un microchip espía que el Ejército de Liberación China habría implantado en millones de placas madre usadas en servidores de diferentes instituciones estadounidenses, que abarcan desde entidades financieras hasta agencias de inteligencia militar y seguridad nacional
A inicios de diciembre, Trump y el presidente chino Xi Jinping sostuvieron una reunión para iniciar un periodo de calma en donde se discutieran los términos de la tregua comercial establecida entre ambas naciones. A pesar de algunas declaraciones del presidente estadounidense en Twitter, en donde ratificaba su posición sobre el incremento de aranceles a productos chinos, el asunto parecía calmarse. "El presidente Xi y yo queremos que este acuerdo se dé, lo que probablemente ocurrirá. Pero si no, recordad que soy un hombre de aranceles", apuntó el mandatario.
Varios países reaccionan al conflicto entre EEUU y Huawei
Tras las sospechas de espionaje desde China, varios gobiernos comenzaron a tomar decisiones respecto a sus relaciones con Huawei. Los hechos se reportan en esta línea:
En noviembre, Nueva Zelanda le impidió a Huawei suministrar una red móvil local con equipos 5G
Los Estados Unidos y Australia ya habían cerrado la puerta a la participación de Huawei en sus redes móviles de próxima generación.
Canadá está llevando a cabo una revisión de seguridad de los productos de Huawei.
El proveedor de servicios del Reino Unido, BT, está sacando a Huawei del núcleo de su red 5G
El 7 de diciembre, el comisario de tecnología de la Unión Europea, Andrus Ansip, dijo que los países "deben preocuparse" por los fabricantes chinos.
La “princesa de Huawei” y SkyCom
Meng Wanzhou, la directora financiera de Huawei, es el nuevo personaje en esta ecuación. La llamada “princesa de Huawei”, hija del fundador de la compañía, ha sido arrestada en Canadá el 1 de diciembre y acusada de fraude por los fiscales canadienses. Este viernes, se inició en Vancouver una audiencia para sustentar la posible libertad bajo fianza de la funcionaria, pero los alegatos presentados por la fiscalía canadiense parecen dilapidar esa intención.
De acuerdo con las autoridades, Wanzhou (cuyo nombre occidental es Sabrina Meng) es acusada de conspirar para estafar a múltiples entidades financieras, bajo la modalidad de empresa fantasma. Meng era parte de la mesa directiva de SkyCom, una compañía con base en Hong Kong que entre el 2008 y 2009 mantuvo relaciones comerciales con empresas iraníes.
Reportes de Reuters afirman que a finales de 2010, la oficina de SkyCom en Teherán ofreció a Mobile Telecommunication Co de Irán un conjunto de equipos embargados a HP por un valor de 1,3 millones de euros. El detalle está en el documento de la propuesta, pues al menos 13 páginas del acuerdo estaban marcadas con “Huawei Confidential” y llevaban el logo de la compañía china. En todo momento, Huawei ha dicho que SkyCom solo es un partner, no es parte de la compañía, y que SkyCom tampoco concretó la venta.
La investigación de Reuters incluyó el revisado de registros corporativos, y encontró numerosos vínculos financieros entre Meng, Huawei y SkyCom. Por ejemplo, en 2007 una empresa de administración, controlada por la compañía matriz de Huawei, poseía todas las acciones de SkyCom. En esa época, Meng era la secretaria de esa compañía. Los fiscales enfatizaron en la audiencia que “SkyCom es Huawei”.
“Antes de estos sucesos, la Sra. Meng viajaba a los EE. UU. con regularidad, pero el último viaje que realizó fue entre febrero y marzo de 2017, justo antes de que Huawei se enterara en abril de la investigación criminal sobre la compañía iniciada por Estados Unidos”, dijo John Gibb-Carsley, el fiscal canadiense a cargo del caso. “Desde ese momento, los ejecutivos de Huawei han alterado
Meng afronta una condena de hasta 30 años en prisión, y hay un alto riesgo de fuga si se accede a la libertad bajo fianza. Esto recién empieza.
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