Un gupo de piratas informáticos han atacado a la compañía Colonial Pipeline y tuvieron que cerrar una importante infraestructura por motivos de seguridad.
La principal compañía de oleoductos de Estados Unidos, Colonial Pipeline, ha tenido que cerrar toda su red informática, lo que significa parar casi la mitad del suministro de combustible de toda la costa este del país norteamericano, debido a un ciberataque de ransomware. Hasta le momento ningún grupo de "hackers" conocidos se ha adjudicado dicho ataque.
Este ataque representa una de las operaciones cibernéticas más dañinas en los Estados Unidos y pone en duda el sistema de seguridad que se maneja en el país, ya que puede ser vulnerable y crear un caos incontrolable.
Colonial transporta 2,5 millones de barriles por día de gasolina, diésel, combustible para aviones y otros productos refinados a través de una inmensa red de tuberías en Estados Unidos.
Seguridad informática desatendida
La empresa anunció que estaba volviendo a la normalidad, además dijo que está intentado identificar a los responsables con la ayuda de una empresa de ciberseguridad FireEye, pero la compañía informática se negó a realizar comentarios, según Reuters. Además, Colonial está entablando conversaciones con las autoridades locales y federales.
Colonial informa que el ataque fue producto de un ransomware, un virus informático que "secuestra" documentos y los encripta para luego pedir un rescate.
Estes ataque cibernético, junto a los ataques masivos de SolarWinds, revela una vez más que Estados Unidos posee flancos desprotegidos en sus sistemas informáticos.
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