El gobierno de China quiere reducir la dependencia de la tecnología extranjera. El país está celebrando el lanzamiento del Mate 60 Pro de Huawei.
China está intensificando sus prohibiciones para tecnología foránea entre miembros del gobierno y les ha pedido a los funcionarios no usar iPhone ni de manera personal ni para sus labores.
Según The Wall Street Journal, los empleados están prohibidos de trabajar con dispositivos de la marca extranjera en ninguna oficina.
Radicales
La última vez que sucedió una prohibición de este estilo sucedió en 2019, cuando China incluyó a Apple y otros productos extranjeros en su lista negra de departamentos gubernamentales.
El plan estatal era eliminar gradualmente los equipos occidentales durante un periodo de tres años en favor de las alternativas locales.
Apple logró mantenerse al margen, probablemente porque Foxconn y otros proveedores del país emplean a millones de personas. También siguió las leyes de China y eliminó miles de aplicaciones ilegales como las VPN.
Pero ahora el control se está radicalizando, por lo que el gobierno no quiere que se usen ni sus iPhone, iPad o relojes inteligentes en el ámbito laboral tan relacionado con los secretos de estado.
Guerra fría tecnológica
Los puyazos entre EE. UU. y China no son de ahora ni son exclusivos de un solo lado.
Todos recordamos que el país norteamericano arremetió contra Huawei excusándose en peligros de “seguridad nacional”. Actualmente, la compañía china ha podido sortear la prohibición y ha logrado lanzar un chip de teléfono con soporte 5G, un producto que se ha convertido en motivo de orgullo para el país asiático. China también dio a conocer un fondo de 40 mil millones de dólares para su industria de chips.
Pero prohibir Apple es incluso más grave. Aunque la gigante brinda una gran cantidad de trabajo a chinos a través de sus proveedores, un quinto de sus ingresos mundiales llega desde este país por lo que una prohibición afectaría enormemente sus balances anuales.
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