En 2020 esperamos ver al Mate 40, la segunda generación de teléfonos desarrollados por Huawei bajo esta categoría sin los servicios de Google y con altas especificaciones en cámara y rendimiento.
Hay nacimientos que ocurren en épocas poco favorables, y Huawei sabe de eso. Desde mayo del año pasado, tras el bloqueo impuesto por Estados Unidos, la gigante asiática ha desafiado a todos con un enorme calendario de lanzamientos que la han llevado a convertirse en la marca de smartphones con más envíos en el mundo. En medio de un veto más agresivo desde la administración Trump, Huawei decide mantener sus planes para el “nacimiento” del Huawei Mate 40, la edición 2020 de su mejor producto.
El 19 de setiembre del 2019, Huawei anunciaba en Múnich al Mate 30 Pro, el primer dispositivo de gama alta sin los servicios integrados de Google y el primer Mate que llegó sin el respaldo de operadoras en la región durante ese año, tal como NIUSGEEK informara en exclusiva minutos después del anuncio global.
Si bien no hay información oficial sobre el equipo, estos son los datos más interesantes que Internet ha compartido desde hace meses acerca de este nuevo producto.
Kirin 1000 ¿el último de la dinastía?
Todo apunta a que tendremos la siguiente generación de procesadores kirin 1000, un chipset desarrollado por HiSilicon y el último set construido por TSMC, firma que debe acatar condiciones del gobierno de Estados Unidos como parte del bloqueo.
Un reporte previo nos mostraba que este procesador estaba desarrollado con litografía de 5 nanómetros, el futuro más cercano para el mercado de chipsets, bajo el nombre clave “Baltimore” y basado en Cortex A77 o A78.
Sin embargo, el pronóstico para el volumen producido de este integrado es incierto, pues TSMC cambió su faja de construcción a inicios de julio para satisfacer la demanda de otras marcas bajo N5 y N5+. Eso quiere decir que, al menos, Huawei dispone de un stock de procesadores construidos entre los primeros días de julio y la quincena de setiembre. El resultado final será colocado tanto en este Mate 40 como en el futuro P40 de la compañía en 2021.
Botones físicos de vuelta
Los rumores apuntan a una pantalla de 6,7 pulgadas con un borde “waterfall” menos agresivo y que permite espacio suficiente para el retorno de los botones de volumen y bloqueo, tras un Mate 30 Pro criticado por fallos en la virtualización. En los bordes se incluirá un punto emisor de infrarrojos, uno de los parlantes y el puerto USB-C.
A diferencia del modelo del 2019, este Mate contará con una perforación en pantalla similar a la del P40 Pro, en donde se incluirán los sensores delanteros de desbloqueo y fotográfico.
En la parte trasera, se espera que el equipo mantenga su distintivo arreglo circular, pero la posible inclusión de un sistema telefoto similar al del P40 provocaría que el grosor del equipo se incremente un milímetro respecto al modelo previo.
Los retos del Mate 40 de Huawei frente a la competencia
Las aplicaciones. Con el tiempo, Huawei ha sabido aceptar que el estímulo del AppGallery es clave para considerarse un jugador serio en el tema de apps. En su propio Q&A, Huawei no establece un número exacto, y para tranquilidad de sus usuarios debería, por lo menos, incluir un contador de apps para hacer evidente el crecimiento. El mutismo no ayuda.
La carga ultra rápida. Ya saldrá quien diga que no la necesita, y eso está bien. Pero Huawei, una de las propulsoras de la carga rápida, no necesita de tu opinión, sino de su propia capacidad para demostrarle a la industria que sigue en la lucha. Con la llegada del Mi 10 Ultra de Xiaomi y sus 120 W de carga, no esperamos poco del Mate 40 Pro. Evidentemente, esto incluye la carga inalámbrica.
La grabación 8K. Otro de los temas en donde los defensores dirán “pero quién necesita grabar en 8K” y cosas de ese estilo. Pues Huawei lo necesita. Frente a todas las otras marcas capaces de lograrlo gracias al Snapdragon 865 y bajo la valla de los 700 dólares como el POCO F2 Pro, la compañía líder del mercado móvil debería tenerlo en un modelo que supere, sin dudas, los 1190 dólares.
La ampliación del almacenamiento. Nuevamente los justicieros sin capa dirán que 256GB es un espacio suficiente para no depender de una memoria adicional, pero ese no es el punto. El punto es que estás pagando por una tecnología que, hasta cierto punto, es improbable que tenga éxito. Huawei viene empujado un fantasma llamado NM Card, un formato menor al microSD que cuesta el doble y que pocos han decidido poner en sus teléfonos. Ni la misma Huawei, en sus años impulsando este formato, ha regalado una sola memoria a sus influencers. Una casa con cochera para un solo tipo de auto no es negocio para nadie.
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