Los párrocos están siendo víctimas de los filtros predeterminados de las redes sociales.
El teletrabajo es la opción a seguir para muchas personas dentro de sus labores diarias. Para los sacerdotes también es una alternativa, aunque muchas de las veces las tecnologías les juegan en contra.
Paolo Longo, párroco en Salerno, Italia, quiso celebrar una misa en Facebook ante la imposibilidad de hacerlo con fieles en la iglesia de su localidad. Lastimosamente, los filtros predeterminados hicieron su inesperada aparición.
Lo mismo pasó con otro cura un día después. Sin embargo, al ver las risas en los comentarios, él se enojó. “Algún gracioso me está gastando una broma. No es el momento”, menciona el sacerdote.
Pero no solo los filtros, también particulares sucesos están sucediendo en estas misas. El pasado fin de semana le tocó algo parecido a Stephen Beach, un sacerdote norteamericano que emitía una charla para sus fieles desde su casa. El hombre había encendido unos cuantos cirios y, sin querer, la llama de una vela comenzó a prender la manga de su jersey.
Esperamos que los sacerdotes puedan adaptarse mejor a las redes sociales para el consuelo de miles de feligreses buscando sus misas.
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