La administración de Donald Trump ha autorizado al ICE a realizar arrestos en un espacio que antes tenía restricciones, lo que podría aumentar el número de deportaciones.
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) ha recibido una nueva autorización por parte del gobierno de Donald Trump para ampliar su rango de operaciones dentro de Estados Unidos. A partir de ahora, los agentes de esta agencia podrán realizar arrestos en un espacio que antes estaba restringido, lo que podría derivar en un incremento de detenciones y deportaciones de inmigrantes indocumentados.
El ICE, entidad encargada de hacer cumplir las leyes de inmigración en el país, ya cuenta con presencia en los 50 estados y opera en coordinación con el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP). Sin embargo, esta nueva medida le otorga mayores facultades para ejecutar arrestos en un entorno donde los inmigrantes podrían ser más vulnerables.
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El nuevo espacio donde se puede realizar arrestos
Según informó Telemundo, la administración Trump ha autorizado al ICE a detener inmigrantes tanto dentro como fuera de los tribunales. Anteriormente, estas zonas se consideraban "sensibles" y su acceso estaba limitado para evitar incidentes que afectaran el debido proceso de los casos judiciales.
Sin embargo, con esta medida, cualquier persona que asista a una audiencia podría ser arrestada si se encuentra en situación migratoria irregular. Esta decisión busca, según el gobierno, priorizar la captura de individuos con antecedentes delictivos, aunque también podría afectar a quienes no tienen historial penal.
Los principales objetivos del ICE
Las nuevas facultades del ICE apuntan a un grupo específico de inmigrantes, entre los que destacan:
- Personas consideradas una amenaza para la seguridad pública y nacional.
- Individuos con condenas penales.
- Integrantes de organizaciones criminales.
- Personas con órdenes de deportación previas.
- Inmigrantes que han reingresado ilegalmente a USA tras ser deportados.
Si bien el objetivo principal es fortalecer la seguridad nacional, organizaciones defensoras de los derechos humanos han expresado preocupación por el impacto que esta medida tendrá en la comunidad inmigrante. Muchos consideran que podría generar temor y desalentar a los inmigrantes a presentarse ante la justicia, incluso cuando sean víctimas de un delito o testigos clave en una investigación.
ICE en la política migratoria de EE.UU.
Desde su creación en 2003, el ICE ha desempeñado un papel clave en la aplicación de las leyes migratorias. Su estructura se divide en dos ramas principales: la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) y la Oficina de Ejecución y Remoción (ERO), siendo esta última la encargada de las deportaciones.
Durante la administración Trump, el ICE reforzó sus operaciones, aumentando las detenciones de inmigrantes indocumentados en todo el país. Sin embargo, esta política ha sido objeto de críticas y debate público, ya que sectores de la sociedad consideran que las prácticas de la agencia vulneran derechos fundamentales.
Créditos vídeo: YouTube | @vozdeamerica.
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