La alcaldesa Michelle Wu asegura que Boston no cooperará con las deportaciones masivas planeadas por la nueva administración de Donald Trump.
Con el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca y sus planes de ejecutar una operación de deportación masiva, Boston, liderada por la alcaldesa demócrata Michelle Wu, ha dejado clara su postura. En una entrevista reciente, Wu reafirmó que su ciudad no colaborará con estas políticas federales, priorizando la seguridad y estabilidad de sus residentes, incluidos los inmigrantes.
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El desafío de las ciudades santuario
Wu enfatizó que la cooperación con las políticas migratorias de Trump no solo sembraría temor en la comunidad, sino que también tendría un impacto negativo en la economía y los servicios locales. “Protegeremos a nuestros residentes en todos los espacios posibles”, aseguró. La alcaldesa también destacó que servicios básicos como la educación y la seguridad no deberían estar relacionados con la aplicación de leyes migratorias.
Boston no está sola en su resistencia. La gobernadora de Massachusetts, Maura Healey, también ha declarado que el estado usará "todas las herramientas disponibles" para proteger a sus ciudadanos y no permitirá que la policía estatal colabore en las operaciones de ICE. Sin embargo, estas políticas han sido criticadas por algunos sectores debido a incidentes como la liberación de inmigrantes acusados de delitos graves, lo que pone en debate las consecuencias de las políticas santuario.
El plan de Trump y las respuestas locales
Trump, por su parte, ha señalado que está listo para expandir los centros de detención y usar recursos militares para cumplir con sus objetivos. Tom Homan, designado como zar de la frontera por el presidente electo, dejó claro que la administración no se verá disuadida por la falta de cooperación local, advirtiendo que “duplicarán sus agentes” en ciudades como Boston si es necesario.
Video: YouTube | Noticias Telemundo
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