Ser deportado de Estados Unidos puede traer consecuencias muy perjudiciales si eres inmigrante. Aquí, todo lo que debes saber para evitarlo.
La deportación es el proceso mediante el cual un extranjero es expulsado de Estados Unidos por violar las leyes de inmigración o cometer delitos. Este procedimiento puede acelerarse si la persona ingresó ilegalmente al país o representa una amenaza para la seguridad pública.
¿Por qué razones me pueden deportar de Estados Unidos?
Existen tres razones principales que pueden llevar a la deportación: entrada ilegal a EE.UU., violación de las leyes migratorias o la comisión de actos delictivos. En estos casos, los extranjeros pueden ser arrestados y detenidos en centros especializados mientras esperan su audiencia en la Corte de Inmigración.
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) es la entidad responsable de ejecutar las órdenes de deportación tras el fallo de un juez. Además, Estados Unidos cuenta con un programa llamado Rapid REPAT, que permite a quienes cometieron delitos no violentos regresar voluntariamente a su país.
Las consecuencias de una deportación son severas. Dependiendo del caso, una persona puede quedar prohibida de regresar a EE. UU. por hasta una década. Si hay reincidencia o delitos graves, la prohibición puede volverse permanente. Ante esto, algunas personas optan por una salida voluntaria, buscando evitar sanciones aún más estrictas.
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