Si tu pareja es ciudadano estadounidense, la Visa K-1 puede ser una opción viable para obtener la residencia permanente.
Para quienes mantienen un noviazgo con ciudadanos estadounidenses, la visa K-1 emerge como un crucial beneficio migratorio que abre las puertas hacia el sueño de unir sus vidas en Estados Unidos. Este tipo de visa les permite solicitar la entrada al país norteamericano y contraer matrimonio dentro de los noventa días posteriores a su llegada.
El proceso inicia con la solicitud de la visa K-1 por parte del ciudadano o ciudadana estadounidense a través del formulario I-129 F, el cual debe ser presentado ante las oficinas del Servicio de Inmigración y Ciudadanía (Uscis, siglas en inlgés). Un requisito fundamental es que la pareja haya mantenido un encuentro en persona dentro de los dos años anteriores a la solicitud.
El formulario debe acompañarse de la tarifa correspondiente, la cual asciende a U$D 675, así como de documentos que evidencien la relación, como fotografías, publicaciones en redes sociales, cartas y registros de llamadas telefónicas, entre otros.
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Pasos a seguir
Una vez presentada la petición, esta es remitida al centro encargado del procesamiento de visas, el cual luego la deriva al Consulado con jurisdicción sobre el lugar de residencia del solicitante. En este punto, se programa una entrevista en persona para evaluar la autenticidad de la relación.
En caso de ser aprobada, la Visa K-1 permite un único ingreso a Estados Unidos y tiene una validez de seis meses. El tiempo estimado para completar el proceso de obtención de esta visa ronda los ocho meses en promedio.
Una vez en territorio estadounidense, el beneficiario dispone de tres meses para contraer matrimonio con su pareja. Posteriormente, debe solicitar el ajuste de estatus a residente permanente.
Este proceso, aunque complejo, representa una oportunidad significativa para las parejas binacionales que buscan construir un futuro juntas en Estados Unidos.
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