El número del Seguro Social (SSN) es un elemento crucial para la vida en los Estados Unidos. Saber qué significa cada dígito, para qué sirve y cómo protegerlo es fundamental para evitar fraudes y garantizar el acceso a derechos y beneficios.
El número del Seguro Social (SSN) es un identificador único de nueve dígitos asignado a ciudadanos estadounidenses, residentes permanentes y trabajadores extranjeros autorizados para trabajar en los Estados Unidos. Este número es fundamental para realizar diversas actividades esenciales, como trabajar, declarar impuestos, solicitar préstamos bancarios y recibir beneficios del Seguro Social.
Significado de los dígitos del SSN
El SSN se compone de tres partes:
- Los primeros tres dígitos: corresponden al número de área de residencia original del individuo. Sin embargo, desde 2011, este segmento se asigna de manera aleatoria para proteger la privacidad de las personas.
- Los dos dígitos siguientes: funcionan como un número de grupo dentro del área asignada.
- Los últimos cuatro dígitos: son un número de serie único para cada individuo.
¿Para qué sirve el número del Seguro Social?
El SSN se utiliza principalmente para:
- Registrar los ingresos y contribuciones de los trabajadores al programa del Seguro Social. Esta información es crucial para determinar la elegibilidad y el monto de los beneficios de jubilación, discapacidad y sobrevivencia.
- Identificar a las personas a la hora de declarar impuestos, recibir beneficios gubernamentales y acceder a otros programas federales.
- Verificar la identidad de las personas en transacciones financieras y otras actividades oficiales.
Protección del número del Seguro Social
Debido a su importancia y carácter confidencial, el SSN es un objetivo frecuente para los delincuentes que buscan robar identidades. Es fundamental proteger este número tomando medidas como:
- No compartir el SSN con nadie, a menos que sea absolutamente necesario y se verifique la legitimidad de la solicitud.
- Evitar llevar la tarjeta del Seguro Social encima a diario.
- Guardar la tarjeta del Seguro Social en un lugar seguro.
- Monitorear los informes crediticios para detectar actividades fraudulentas.
- Denunciar cualquier sospecha de robo de identidad de inmediato.
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