En la actualidad, en el Perú no existe una ley que regule la composición, distribución o publicidad del cigarrillo electrónico.
El cigarrillo electrónico es un dispositivo que vaporiza y envía a los pulmones una mezcla de nicotina y otros químicos que pasan inadvertidos por los consumidores.
De hecho, su seguridad no se ha demostrado aún científicamente, como lo señala la Agencia de Drogas y Alimentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) cuyas pruebas mostraron la presencia de dietilenglicol, un químico que tiene un historial de envenenamientos masivos y muertes.
Debido a que los cigarrillos electrónicos no generan el humo que está asociado con la combustión del tabaco, los consumidores creen en su inocuidad. Y no deben excluirse efectos adversos en la salud de los terceros expuestos (exposición de segunda mano), ya que emiten al ambiente partículas inhalables, nicotina y demás sustancias que provocan cáncer.
Asimismo, un encuesta sobre opiniones y percepciones acerca del cigarrillo electrónico realizado este año por la Unión Internacional Contra la Tuberculosis y Enfermedades Respiratorias a estudiantes de secundaria y docentes de colegios públicos de Lima y Arequipa encontró que un 57.6% de los encuestados en ambas ciudades cree que este no contiene nicotina. Entre los escolares limeños, un 34% probaría un cigarrillo electrónico, mientras que un 46% sostiene que el cigarrillo electrónico es menos peligroso que el convencional. Por su parte, un 54.6% de los estudiantes arequipeños considera que el cigarrillo electrónico es el futuro reemplazo del cigarrillo actual.
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