En el marco del Día Mundial de la Salud Mental es alarmante saber que un 34 % de los adolescentes peruanos tiene ideas suicidas.
Durante la adolescencia, es decir, de entre los 12 a 19 años de edad existe un mayor impacto en la salud mental, debido a los cambios físicos, emocionales, intelectuales y de conductas sociales propios de esta etapa de la vida.
“Se dice que uno de cada 8 adolescentes va a hacer problemas serios en su salud mental. En el Perú aproximadamente el 34 % de los adolescentes tiene ideación suicida”, advierte el psiquiatra Hugo Lozada a propósito del Día Mundial de la Salud Mental.
Y es que un menor de edad que todavía no ha logrado una madurez emocional, es más vulnerable a cuadros depresivos y de ansiedad. Está expuesto a nuevos estresores como el ciberbullying y las adicciones. “Ya un niño comienza a tener consumo de cigarrillos a los 7 años, alcohol y drogas 7 años, inicio de relaciones sexuales a los 12 años. Todos estos aspectos socioculturales comienzan a tener impacto en la psiquis del adolescente”.
Signos de alerta
Un bajón en el nivel académico, cambios de carácter o dejar de comer son solo algunas de las señales a las que se deben prestar atención. “Si vemos un adolescente que duerme poco, ¡cuidado!, si comienza a aislarse, si varía su apariencia, tiene ideas de muerte, o si se encierra con la computadora permanentemente, hay que comenzar a preocuparnos”, agrega el exdirector de la Dirección de Salud Mental del Ministerio de Salud (Minsa).
Prevención
Los padres deben tener un acercamiento permanente con sus hijos, compartir con ellos un espacio mínimo de 30 minutos diarios para recabar información -por ejemplo- para conocer a qué sitios de internet ingresa. “Así se puede averiguar si el menor está siendo víctima a algún tipo de presión”.
Lozada además recomienda a los progenitores relacionarse con el entorno más cercano de sus hijos. “Por ejemplo con sus amigos, profesores y tutores del colegio, porque de ellos se puede recibir informaciones que van a permitir un abordaje preventivo”.
Tratamiento
De acuerdo al especialista, los menores de edad que requieren de atención psiquiátrica sí pueden ser medicados, pero luego de un diagnóstico riguroso y si tienen impactos negativos en su quehacer diario. “Tenemos los casos de déficit de atención, casos de depresión y los cuadros psicóticos. Medicamos solo cuando se altera la dinámica conductual del niño y le está trayendo más perjuicios este tipo de cuadros”.
Debido a las cortas edades, las dosis son bajas y en todos los casos hay que considerar el peso y la talla, así como los efectos colaterales. “Si un niño va a quedar sedado todo el día y no le va a permitir interactuar de una manera adecuada, tengo que evaluar si vale la pena que se inicie el tratamiento”.
Se prioriza un abordaje psicoterapéutico, ya que la calidad de vida del paciente no debe verse limitada. Insistir en el vínculo cercano entre padres e hijos, pues es durante la niñez y la adolescencia que es más fácil detectar problemas de salud mental.
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