Niños que viven en casas rodeadas de mayores niveles de contaminación eran tres veces más propensos a tener autismo, según estudio.
Un informe publicado en Archives of General Psychiatry, revela que la exposición a la contaminación del aire por el tráfico vehicular durante el embarazo y el primer año de vida del niño, parece aumentar hasta tres veces el riesgo de autismo, informa el diario ABC.
"Tuvimos en cuenta la distancia a la que gente vivía de las carreteras, la meteorología, en qué dirección soplaba el viento, la afluencia de automóviles y otros factores para estudiar la contaminación relacionada con el tráfico», explicó Heather Volk, profesor asistente de medicina preventiva en la Escuela de Medicina Keck de la USC.
Los niveles más altos de exposición a partículas menores a 2,5 y 10 micras de diámetro (PM 2.5, PM 10) y el dióxido de nitrógeno registrado en el programa de monitoreo regional en el Sistema de Calidad del Aire de la Agencia de Protección se asociaron con un mayor riesgo de autismo.
"La exposición a la contaminación del aire relacionada con el tráfico, PM (partículas) y el dióxido de nitrógeno se asoció con un mayor riesgo de autismo. Estos efectos se observaron utilizando medidas de la contaminación del aire con variación en los niveles local y regional", agregó el científico.
Volk, sugiere la necesidad de seguir estudiando este indicio para comprender las contribuciones individuales de contaminantes y los efectos de las mezclas de contaminantes sobre la enfermedad.
Para replicar estos hallazgos, los autores añaden que la implicación de estos descubrimientos en la salud pública es "grande", ya que "la exposición de la contaminación atmosférica es común y puede tener efectos duraderos neurológicos".
Comparte esta noticia