La investigación rompe depósitos de proteínas beta-amiloides alojados en las neuronas de cerebros de ratones que presentaban síntomas de Alzheimer. Esas proteínas "pegajosas" forman placas que podrían ser responsables del deterioro de las células cerebrales.
Científicos en Corea del Sur han descubierto una molécula que podría eliminar las proteínas que se cree que contribuyen al desarrollo del alzhéimer, según revela un estudio que publica este martes la revista británica "Nature".
La investigación, desarrollada en Seúl por expertos del Instituto de Ciencia y Tecnología de Corea (KIST), ha logrado romper depósitos de proteínas beta-amiloides alojados en las neuronas de cerebros de ratones que presentaban síntomas de padecer alzhéimer.
Una de las señales tempranas que alerta sobre el desarrollo de esta enfermedad es la aparición de fragmentos de beta-amiloides en el cerebro.
Estas proteínas "pegajosas", según las describe "Nature" en un comunicado, se aglutinan para formar "placas" y podrían ser responsables del deterioro que sufren las células cerebrales en los pacientes con alzhéimer.
"Muchos tratamientos nuevos intentan detener la formación de esta placas, pero resulta más difícil eliminar las placas ya existentes", explicó la nota.
Para su investigación, los expertos del KIST efectuaron una serie de experimentos con grupos formados por entre ocho y 11 ratones cada uno, a los que se dio de beber agua a la que se añadió una "molécula pequeña" identificada como EPPS.
Tras su ingesta, este elemento no solo rompe las proteínas beta-amiloides, sino que su uso en un tratamiento médico también ayuda a mejorar los problemas de aprendizaje y de memoria en los roedores enfermos de alzhéimer.
Otros investigadores, recuerdan los autores en el texto, ya habían estudiado en el pasado esta molécula, pero nunca hasta ahora se había podido demostrar su valor para "curar en animales síntomas relacionados con la demencia".
Aunque se desconoce aún el funcionamiento del mecanismo por el que la EPPS elimina las beta-amiloides, este hallazgo podría ayudar a diseñar nuevos tratamientos clínicos para diferentes etapas de desarrollo de la enfermedad de Alzheimer.
"Es necesario llevar a cabo más estudios para determinar si estos resultados podrán llevarse a la clínica y para evaluar la seguridad y eficacia de este nuevo tratamiento", concluye el informe.
EFE
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