El 40% de niños entre dos y cuatro años de edad tienen esta dificultad del habla considerada dentro de lo normal, y se estima que el 10% de la población escolar tiene tartamudez.
Los casos de tartamudez se presentan con mayor frecuencia en los niños entre 6 y 7 años de edad que ya tienen patrones de lenguaje, lo cual hace que en este grupo poblacional sea mucho más difícil tratar este problema, indicaron médicos del Ministerio de Salud.
Los niños de dos a cuatro años de edad tienen una tartamudez considerada fisiológicamente normal, debido a que se da porque piensan mucho más rápido de lo que pueden hablar o expresarse.
No obstante, aquellos niños que por más de tres meses presentan continuas interrupciones al hablar por la repetición o prolongación de sonidos, sílabas y palabras, tienen que ir a un especialista para hacerse un descarte de tartamudez.
“Cuando la dificultad para hablar se prolonga por más de tres meses y además hay antecedentes familiares es mejor que el niño sea visto por el especialista porque puede tratarse de una seria dificultad para expresarse o de una tartamudez, trastorno del habla que necesariamente requiere de terapia de lenguaje para revertirse”, expresaron.
En tal sentido, añadieron que un niño puede superar este problema y lograr hablar de manera normal si recibe terapia oportunamente. Por este motivo lo recomendable es tratar estos casos antes de que el niño interioricen los patrones de lenguaje, es decir entre los cinco y seis años de edad.
Según los expertos el 40% de niños entre dos y cuatro años de edad tienen esta dificultad del habla considerada dentro de lo normal, y se estima que el 10% de la población escolar tiene tartamudez.
Causa
Hasta la fecha se desconoce la causa exacta de la tartamudez pero se sabe que su aparición puede deberse a causas genéticas, psicosociales (por ejemplo, inseguridad) o neurológicas. En el caso de nuestro país los dos primeros factores son los que se observan con mayor frecuencia.
La terapia de lenguajes es el tratamiento fundamental para revertir la tartamudez porque a través de ella se trabaja los trastornos de fonación, el ritmo respiratorio y la articulación verbal.
Además, a los niños con tartamudez se les enseña a utilizar sinónimos para las palabras que les son de difícil pronunciación con la finalidad de que no tengan problemas al hablar.
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