El fármaco también puede reducir la progresión de la fibrosis en los pacientes con esa patología.
Un fármaco para tratar la diabetes tipo 2, la liraglutida, podría convertirse en una nueva opción terapéutica contra la esteatohepatitis no alcohólica, un tipo de hígado graso, según un estudio realizado por un equipo de investigadores de la Universidad de Birmingham (Reino Unido).
Los resultados del estudio, presentado por sus autores en el Congreso Internacional del Hígado que se celebra en Viena hasta el domingo, muestran que el fármaco también puede reducir la progresión de la fibrosis en los pacientes con esta patología.
Los enfermos que participaron en el ensayo -un total de 52- tenían sobrepeso además de esteatohepatitis no alcohólica y fueron divididos en dos grupos, uno de los cuales recibió placebo.
Los pacientes que tomaron el medicamento lo hicieron a diario durante 48 semanas y tras este periodo a 45 se les sometió a una biopsia hepática para comprobar los resultados.
Según el ensayo clínico, 9 de los 23 pacientes que tomaron liraglutida (el 39 %) tuvo un resultado satisfactorio y no empeoró la fibrosis hepática que padecía, frente a 2 de los 22 pacientes (9 %) que recibió placebo.
Solo en dos pacientes (el 9 %) que tomaron este fármaco empeoró la fibrosis, cifra que ascendió a 8 en el caso de los que fueron tratados con un placebo.
Asimismo, tal y como refleja la investigación, la liraglutida mostró ser eficaz para que estos pacientes perdieran peso y redujeran también su Índice de Masa Corporal (IMC) en comparación con los que tomaron placebo.
El responsable de la investigación, el profesor Philip Newsome, del departamento de Investigación Biomédica del Hígado de la Universidad de Birmingham afirmó, en rueda de prensa, que los resultados del estudio son "muy alentadores" y significan "un paso más" para conseguir nuevos tratamientos para los pacientes que sufren hígado graso.
Otro de los autores de este estudio el doctor Matthew Armstrong, del mismo departamento, aseguró que si bien el hígado graso es la causa más común de enfermedad crónica del hígado, aún no hay fármacos autorizados para combatirla.
Para Armstrong, los resultados del ensayo son "un gran avance" y apuntan "hacia una posible opción de tratamiento para esta enfermedad" por lo que indicó la necesidad de una nueva fase de la investigación para confirmar el potencial de este fármaco.
EFE
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