La fotoprotección implica no solo la aplicación de bloqueador, sino que también incluye medidas que van desde el uso de determinadas prendas hasta la alimentación.
Muchas personas creen que al estar el cielo nublado y porque no hay sol no es necesario protegerse de la radiación solar, lamentablemente es cuando más daño se produce ya que uno está desprotegido y la piel sufre.
En ese sentido, el Doctor Manuel Del Solar, jefe del servicio de dermatología del Hospital Cayetano Heredia, dio a conocer una serie de medidas preventivas para evitar ser víctima de los rayos ultravioleta.
Fotoprotección es la palabra mágica
"Esto incluye medidas como aplicarse fotoprotector (bloqueador solar), no exponerse al sol entre las 11 de la mañana y 2 de la tarde, y si se hace, usar lentes oscuros con protección UV y sombrero de ala ancha ya que este protege el rostro, el cuello y las orejas. Si bien las prendas de verano como bibidís pueden usarse para disfrutar del verano, es necesario aplicarse bloqueador en las zonas descubiertas", sugiere Del Solar.
En ese sentido, el especialista hizo un llamado a las empresas que tienen personal que trabaja expuesto al sol en horas críticas para que les provean uniformes apropiados y elementos de protección contra la radiación solar.
¿Es cierto que un bloqueador factor 50 es casi igual que uno de 100?
"Muchas personas creen que a más alto el número del factor, mayor protección van a tener. Entonces se aplican el de 100 una sola pensando que así estarán protegidos todo el día. Pero la verdad es que entre el grado 50 y el grado 100 solo existen unos 2 minutos de diferencia", explica.
Un fotoprotector debe ser reaplicado, dependiendo de su factor, cada dos, tres o cuatro horas, pues "ningún bloqueador solar da más de 4 horas de protección". Asimismo, hay que tener en cuenta que si nos metemos al mar o a la piscina, la reaplicación del fotoprotector debe ser más rápida, ya que al sumergirnos en agua por 20 minutos se pierde la protección. Eso sí, "antes de volverse a echar protector solar hay que secarse bien, de lo contrario el bloqueador no se absorverá y no protegerá", recuerda.
La alimentación como medida de prevención
Pero además de la fotoprotección, la alimentación también juega un rol importante en la prevención de la radiación solar. Los alimentos que tienen pigmentos amarillos, denominados betacarotenos, tienen un efecto protector natural. "La papaya, la mandarina, la naranja, la zanahoria, la betarraga y el zapallo son fuentes naturales", recuerda. Asimismo, una adecuada hidratación es fundamental para que nuestro cuerpo no sufra tanto el daño de la radiación solar.
Finalmente, Del Solar recuerda que no es conveniente exponer al sol a los niños menores de un año.
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