La influencia de los padres en el inicio de consumo temprano de alcohol de sus hijos

Se sabe que el problema del consumo de alcohol en menores tiene mucho que ver con el ejemplo que dan los padres. Es decir, si un adolescente ve que el padre toma, y encima lo hace de manera excesiva, seguramente se preguntará '¿por qué yo no puedo tomar?', explica el doctor Fernando Maestre.

Sin embargo, es un problema que en sus raíces tiene que ver con el tipo de relación que los padres han forjado con sus hijos desde que estos eran muy pequeños.

Pedro Morales Paiva, médico psiquiatra psicoanalista, explica que si bien es importante conocer el entorno de nuestros hijos, es más importante aún conocer a nuestros hijos.

"A veces sucede que los padres no son lo suficientemente amigos de sus hijos. No los conocen, no saben sus problemas ni necesidades. No han desarrollado un lazo de confianza con el hijo", explica Morales Paiva.

Hay que tener en cuenta que la relación con un hijo adolescente es distinta a la que se tiene con un hijo infante; y el éxito de esa relación depende de si hay un vínculo de amistad con el hijo, un vínculo que se debe haber construido desde que éste era un niño.

Es precisamente el no haber forjado ese vínculo, sumado al mal ejemplo de los padres de consumir alcohol en presencia de los menores, lo que va a dificultar el manejo de una situación en la que el adolescente ha empezado a consumir alcohol.

Para Maribel Briceño, psicóloga clínica psicoterapeuta y especialista en asesoramiento familiar, es importante que los padres se preocupen en mostrar actitudes y comportamientos libres de adicción y dependencia, no desde que el hijo alcanza la adolescencia, sino desde que es muy pequeño. "Si el adolescente, que es el primer transgresor, ve que yo tomo y encima excesivamente, y le reclamo, me va a decir, "con qué autoridad moral me vas a decir tú que no tome?"

"Queremos corregir lo que nosotros pregonamos mal con el ejemplo".

Por otro lado, existen factores externos que también influyen en el inicio temprano de consumo de alcohol como por ejemplo, la publicidad de bebidas alcohólicas, que genera en el subconsciente del menor una asociación entre el concepto de diversión y el consumo de alcohol. "Inconscientemente el chico recibe el mensaje de "soy bacán, estoy divertido, siempre y cuando haya alcohol", explica Morales Paiva.

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