Según este organismo los desórdenes mentales y neurológicos afectan en el mundo a unos 700 millones de personas, la mayoría de las cuales no cuentan con la atención psicosaniataria adecuada.
Los desórdenes mentales y neurológicos afectan en el mundo a unos 700 millones de personas, la mayoría de las cuales no cuentan con la atención psicosaniataria adecuada, revela la Organización Mundial de la Salud (OMS), que quiere subsanar esa situación.
La OMS ha redactado el borrador de un Plan de Acción para la Salud Mental 2013-2020 para que sea aprobado por todos los estados miembros durante la Asamblea Mundial de la Salud (AMS), que tendrá lugar esta semana en Ginebra.
La AMS, máximo órgano decisorio de la organización, es la que anualmente marca las líneas directrices del trabajo a corto, medio y largo plazo.
Una de las últimas constataciones realizadas por la entidad es que las enfermedades mentales y neurológicas representan el 13 % del total de las dolencias mundiales; y son una tercera parte de los casos de enfermedades no transmisibles en el mundo.
Se estima que unos 350 millones de personas en el mundo padecen depresión; 90 millones conviven con un desorden de abuso de substancias; 50 millones padecen epilepsia; y 35,6 millones sufren Alzheimer y otras demencias.
La Unión Europea calcula que las enfermedades mentales provocan una pérdida de entre el 3 y el 4 por ciento del Producto Interno Bruto a causa de la falta de productividad; y el Foro Económico Mundial calcula que el coste mundial de estas dolencias se eleva a más de 2,5 billones de dólares.
A pesar de su impacto social y económico, su prevención y tratamiento no ha sido prioritario hasta la fecha, una situación que la OMS pretende revertir al presentar el Plan de Acción 2013-2020, que será aprobado esta semana.
Otro gran tema que será debatido y seguramente aprobado durante esta AMS será un Plan para la Prevención y Control de las Enfermedades No Transmisibles, principal causa de mortandad en el mundo, y responsables, por ejemplo, del 69 % de las muertes en Latinoamérica.
La ONU ya "declaró la guerra" a estas dolencias durante la Asamblea General de la ONU de septiembre del 2011, en la que se adoptó una declaración para luchar, entre otras, contra el cáncer, la diabetes, la hipertensión o los males coronarios y pulmonares.
El Plan pretende que todos los países establezcan medidas de prevención, poniendo énfasis en la importancia del conocimiento público y de la detección temprana, a través del refuerzo de los centros de atención primaria.
EFE
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