Si bien es cierto que los polos puestos se atraen, elegir a una persona con nuestros mismos gustos e intereses nos evita la posibilidad de que la relación se vea perjudicada, aseguran investigadores.
"Los polos opuestos se atraen" es un dicho que se refiere a que las personas con caracteres distintos tienen relaciones más prosperas; no obstante, un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Wellesley en Massachusetts y la Universidad de Kansas (EEUU) y publicado en la revista The Journal of Personality and Social Psychology, revela que sucedería todo lo contrario, las parejas que son más afines son las que tienen más futuro.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores contaron con la participación de 1523 parejas, no importaban si estaban involucradas sentimentalmente o si se trataba de pares de mujeres o de hombres. Luego se les pidió a cada participante que completara un cuestionario sobre sus rasgos de personalidad, valores, actividades recreativas y sobre su consumo de alcohol y de drogas.
Luego los investigadores calcularon el porcentaje de similitud entre los participantes según ciertos aspectos importantes de las relaciones de pareja, como la cercanía, la intimidad y el tiempo de relación. Así descubrieron que la frecuencia de estas variables alcanzaba el 86%. Luego hicieron un seguimiento de los voluntarios del estudio y hallaron que el 23% volvió a tener contacto con su “pareja” y que ese porcentaje había presentado en el cuestionario un alto nivel de características compatibles o de similitudes.
Según los investigadores, las fuerzas que nos llevan a crear círculos sociales con personas de ideas afines pueden ser más fuertes de lo que se creía anteriormente: “Seleccionar a otras personas similares a nosotros es extremadamente común, tan común y tan extendida en tantas dimensiones que podría ser descrita como un defecto psicológico”, afirma Angela Bahns, autora principal del estudio.
La razón por la que nos atraen las personas con gustos o personalidades similares, ya sea como amigos o pareja, podría deberse a que en el fondo sabemos que la mayoría de personas no son capaces de cambiar. Cualquier cosa que altere la armonía de una relación, al igual que los desacuerdos sobre los valores básicos o preferencias, es probable que siga causando problemas en el futuro. Por ello, elegir a una persona con nuestros mismos objetivos y necesidades nos evitaría la posibilidad de condenar la relación, explican los autores.
Comparte esta noticia