Desde hace tiempo las autoridades de EE.UU. y Canadá han publicado varias alertas sobre el riesgo de los juguetes que contienen pequeñas piezas magnéticas que los niños pueden ingerir.
Estas pueden ingerirse accidentalmente y causar perforación gástrica. La advertencia surge después de varios casos de jóvenes que accidentalmente se han tragado los imanes, provocándose una perforación gástrica potencialmente letal.
Todo parece estar vinculado a una práctica que parece estar de moda entre los adolescentes: el uso de joyas con imanes que, colocadas en la lengua, dan la apariencia de ser un piercing, pero sin la perforación.
Se trata de dos piezas, que parecen balines, que se colocan en la parte superior e inferior de la lengua y quedan adheridas magnéticamente.
Pero si el usuario las ingiere accidentalmente pueden llegar al intestino y allí adherirse causando una perforación con consecuencias graves y problemas potenciales para toda la vida. El ácido que desprenden las piezas de metal también puede ser peligroso.
Desde hace tiempo las autoridades de EE.UU. y Canadá han publicado varias alertas sobre el riesgo de los juguetes que contienen pequeñas piezas magnéticas que los niños pueden ingerir.
Cuando se trata de una sola pieza ésta puede pasar espontáneamente por el intestino. Pero si se ingieren dos o más imanes las consecuencias pueden ser fatales.
Y los adolescentes parecen estar ahora diseñando sus propias versiones de accesorios para la lengua con aretes y balines magnéticos similares a los que se usan en los juguetes.
En este sentido, Anil Thomas George y Sandeep Motiwale, del Centro Médico Queen"s en Nottingham (Inglaterra), en una carta que se publica en The Lancet, solicitan a los médicos que asesoren a los padres sobre estos peligros.
Los expertos, informa la BBC, explican los casos de dos niños en Inglaterra internados en el hospital para ser sometidos a cirugía para extraer imanes que habían ingerido.
“Los padres necesitan tener conocimiento del riesgo potencial de una perforación gástrica silente y una fístula debido a la ingestión accidental de imanes en los niños” escriben.
La Comisión de Seguridad de Productos de Consumo de Estados Unidos publicó una advertencia el año pasado después del caso de Lauren García, una joven de 13 años en Colorado, que tuvo que ser sometida a cirugía por varias perforaciones gástricas causadas por balines magnéticos.
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