En el colegio los profesores deben avisarles cada vez que esté por sonar la campana, pues cualquier descarga de adrenalina puede ser fatal para ellas.
Hay escolares que se rehúsan a ir a estudiar por las ganas de quedarse en la cama, y a quienes sus padres despiertan a gritos. Esto jamás podría pasar con Chloe y Evie.
Las hermanas adolescentes deben llevar una rutina bastante cuidadosa que empieza por despertarlas suavemente por las mañanas para que vayan al colegio. Ya en clases, los profesores deben avisarles cada vez que esté por sonar la campana.
¿Y todo esto por qué? Las dos pequeñas sufren de una anomalía del corazón catalogada como “ultra-rara” y que lleva por nombre síndrome de QT largo. Para quienes la padecen cualquier descarga de adrenalina puede ser fatal.
La primera en ser diagnosticada fue Evie, quien fue hospitalizada tras sufrir un problema renal que no tenía nada que ver con el síndrome. Luego, pruebas mostraron entonces que Chloe también tenía la enfermedad.
Según informa el diario The Sun, entre las cosas que no pueden ser permitidas en la vida de las Church están las películas de terror, deportes extremos e incluso bebidas energéticas. Pero lo peor no es eso.
Una de las situaciones a la que los médicos más le temen es a que ellas se enamoren.
“He dado mi primer beso y sobreviví, pero nunca he tenido la tensión de un corazón roto”, cuenta Chloe. Por su parte, Samantha, madre de las niñas, afirmó: “Espero que descubran una cura. Me gustaría que mis hijas sean capaces de hacer todo lo que quieren”.
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