´Me sentí como viviendo en una caja´, relató el menor de diez años a la Policía tras ser rescatado de las manos de su madre en Inglaterra.
Un niño inglés de apenas 10 años de edad fue obligado por su propia madre a vivir en un depósito de carbón por más de un año. Además, según reporta Daily Mail, si se “portaba mal” era encadenado en el ambiente durante varias horas del día.
El muchacho dormía sobre un colchón sucio en la caseta que era cerrada con candado todas las noches, mientras que su progenitora de 30 años y su pareja de 40, residían en la comodidad de la casa principal.
“Me sentí como viviendo en una caja”, atinó a decir el niño a las autoridades.
La Policía, alertada hace un año sobre el maltrato del que era víctima el menor, intervino para constatar las condiciones “bárbaras” en la vivienda. Ante la justicia, los apoderados del pequeño reconocieron que procedieron con crueldad.
“Nunca había visto nada igual. (…) El niño fue encontrado para ser mantenido en una celda, viviendo en condiciones precarias e inhumanas”, relató a su turno el detective Matt Normanton de la Policía de Lancashire, en el noroeste de Inglaterra.
El mismo agente comentó que el niño tenía al lado de su colchón una bacinica llena de orina. También indicó que el depósito de carbón solo contaba con una pequeña ventana y la tenue luz de una bombilla alumbraba apenas el lugar.
“Había un bol con un poco de comida rancia en él. Esto es peor que ser un prisionero”, agregó.
El último viernes, la pareja de la desnaturalizada madre se declaró culpable del cargo de crueldad infantil por negligencia entre el 1 de enero de 2010 y el 25 de enero de 2011. Sin embargo, se declaró no culpable de maltratar al niño en el sentido de causarle sufrimientos innecesarios. La situación de la mamá aún no se define.
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