Sus cualidades organolépticas (olor y sabor) y su capacidad antioxidante (por los polifenoles) convierten al aceite de oliva en el mejor de los aceites, tanto para uso gastronómico como para la salud.
Desde la llegada de los españoles al Perú, el aceite de oliva ha sido utilizado tanto para la alimentación, la belleza e incluso como combustible iluminador de las noches en el Nuevo Mundo. Pero también el olivo ofrece otros beneficios prácticos para el hogar.
Además de ser un ingrediente básico en la dieta de algunos comensales, el aceite de oliva es un gran aliado de la salud, pues contribuye al combate del colesterol y la hipertensión.
El consumo de aceite de oliva evita la obstrucción de los vasos sanguíneos de las piernas, reduciendo en un 70% el riesgo de sufrir problemas circulatorios, sostiene un estudio del Centro de Investigación Biomédica en Red Obesidad y la Nutrición.
Según los investigadores, echar un chorro de aceite en nuestras recetas es crucial para mejorar la circulación del flujo sanguíneo y prevenir las molestias al caminar.
A continuación te mostramos de qué manera el aceite de oliva puede ayudarte a resolver algunos problemas en el hogar.
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