En la encrucijada entre un jugo apetitoso y la fruta entera, ¿cuál es la mejor opción? La nutricionista Sara Abu Sabbah brinda una visión clara y contundente sobre este tema.
Vivir bien
Los riesgos para la salud asociados al azúcar presente en los jugos
Para muchos, colocar un huevo crudo en un jugo es sinónimo de vitalidad y energía. Este hábito, popularizado gracias a la inolvidable escena de la película 'Rocky' de 1976, nos muestra a Sylvester Stallone en el papel del icónico boxeador preparándose para su entrenamiento matutino. Rompiendo varios huevos en un vaso y bebiéndolos de un solo trago, este gesto, aparentemente simple, se convierte en un acto de determinación y fortaleza que ha cautivado a audiencias de todo el mundo.
Sin embargo, Sara Abu Sabbah advierte sobre los peligros de este método: "Es la manera más fácil de contraer salmonella, además de que no aprovecharás los beneficios nutricionales del huevo en su totalidad". Consumir huevos crudos puede exponer al organismo a bacterias dañinas presentes en la cáscara, aumentando el riesgo de enfermedades transmitidas por alimentos. Además, cocinar los huevos puede mejorar la biodisponibilidad de ciertos nutrientes, como las proteínas, lo que significa que el cuerpo puede absorberlos y utilizarlos de manera más efectiva.
El problema no termina ahí. Si bien es cierto que los jugos y extractos contienen una gama de vitaminas, minerales y nutrientes, Abu Sabbah alerta sobre el peligro del azúcar libre presente en estos líquidos. Cuando consumes una fruta entera, el azúcar está encapsulado en fibras, lo que permite una absorción más lenta y eficiente por parte del cuerpo. Sin embargo, cuando este azúcar se libera en el jugo, alcanza el torrente sanguíneo rápidamente, lo que puede tener consecuencias negativas para la salud.
"El azúcar libre en el jugo puede causar un aumento repentino en los niveles de glucosa en sangre, lo que puede llevar a un aumento de peso no deseado, acumulación de grasa en el cuerpo y problemas de salud como la resistencia a la insulina", explica Abu Sabbah. "Es importante recordar que la insulina, nuestra hormona reguladora del azúcar en sangre, puede almacenar este exceso de azúcar como grasa en el cuerpo, lo que puede contribuir a la obesidad y otras enfermedades relacionadas".
En conclusión, mientras que los jugos pueden ser una opción conveniente, es fundamental tener en cuenta su contenido de azúcar y sus efectos en el cuerpo. Optar por consumir frutas enteras no solo proporciona nutrientes de manera más completa, sino que también ayuda a regular el azúcar en sangre y promueve una mejor salud en general.
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