Estas moléculas protegen a las células buenas, pero también, a las cancerígenas. Además, en exceso reducen los beneficios del ejercicio para la salud.
Los antioxidantes parecen estar en todos lados; en los superalimentos y en los productos de cuidado de la piel, incluso en el chocolate y el vino tinto. Los productos que contienen antioxidantes se suelen comercializar como esenciales para tener una buena salud, con promesas de combatir las enfermedades y revertir el envejecimiento. Jacki Adcock, investigadora en Química analítica, Deakin University, describió en un artículo para The Conversation, las ventajas y desventajas de su consumo.
¿Qué son los antioxidantes? El término antioxidante engloba una amplia gama de moléculas que protegen a otras moléculas de un proceso químico llamado oxidación.
La oxidación puede dañar las moléculas vitales en nuestras células, incluyendo el ADN y las proteínas, que son responsables de muchos procesos en nuestro organismo. De hecho, moléculas, como el ADN, son necesarias para el funcionamiento de las células; por lo que, si se dañan demasiadas, la célula podría funcionar mal o morir. Los oxidantes se encargan de prevenir este proceso.
En nuestro cuerpo, la oxidación suele ocurrir a causa de otro tipo de moléculas que son altamente reactivas: los radicales libres.
No toda oxidación es mala. No todas las reacciones de oxidación son dañinas. Algunas son esenciales para la vida y están involucradas en diversos procesos del organismo. En la respiración celular, por ejemplo, la glucosa se oxida por el oxígeno, produciendo dióxido de carbono, agua y energía para alimentar nuestro cuerpo. Similar proceso se produce en el uso de blanqueadores domésticos que actúan oxidando las manchas de color en moléculas incoloras.
¿Y Los radicales libres? Los radicales libres también son moléculas, pero con uno o más electrones impares. A los electrones les gusta estar en pares, por lo que los electrones impares pueden dar como resultado moléculas inestables y altamente reactivas.
Los radicales libres no necesariamente son malos para nosotros. El sistema inmune usa su naturaleza altamente reactiva y destructiva. Ciertos glóbulos blancos, llamados fagocitos, pueden envolver partículas extrañas, como las bacterias, luego sellarlas y liberar radicales libres para destruirlas.
Los radicales libres son generados naturalmente por nuestro cuerpo, pero pueden multiplicarse por factores de estilo de vida tales como el estrés, la mala alimentación, la contaminación, el tabaquismo y el alcohol. Nuestros cuerpos pueden manejar algunos radicales libres, pero si se forman demasiados puede abrumar a las defensas normales del cuerpo. El daño de los radicales libres al ADN puede causar mutaciones genéticas y promover el cáncer.
¿Qué antioxidantes consumir? Los antioxidantes provienen de muchas fuentes. Algunos se generan de forma natural en el cuerpo y algunos se producen naturalmente en los alimentos que comemos. Los antioxidantes, naturales o sintéticos, también se pueden combinar con los alimentos que normalmente no los contienen, ya sea por su valor para la salud o para preservar la comida, debido a que también previenen la oxidación en los alimentos.
Una dieta saludable es la forma más efectiva de obtener los antioxidantes que su cuerpo necesita. Las frutas, verduras, granos, huevos y nueces son todas fuentes ricas en antioxidantes. A pesar de los efectos del marketing, los antioxidantes que se encuentran en los llamados superalimentos no son más efectivos que los de las frutas y verduras comunes, por lo que es mejor que ahorre dinero.
Pero es una historia diferente cuando consumen suplementos con estas propiedades. La investigación ha encontrado que los suplementos con antioxidantes pueden causar más daño que beneficio. Un metaanálisis de 2012 de más de 70 ensayos encontró que los suplementos de antioxidantes son ineficaces o incluso perjudiciales para la salud. Las razones no están claras, pero es probable que los beneficios nutricionales adicionales derivados del consumo de antioxidantes en una dieta saludable contribuyan a esto. Además, las altas concentraciones asociados al uso constante de estos suplementos provocar los siguientes problemas:
- Actuar como pro-oxidantes, aumentando la oxidación
- Proteger las células sanas, pero también las peligrosas, como las cancerígenas
- Reducir los beneficios del ejercicio para la salud
- Tener efectos secundarios no deseados, como náuseas y dolores de cabeza, o incluso alcanzar niveles tóxicos
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