Estudio científico comprobó que el fanatismo por el fútbol provoca reacciones a nivel cerebral similares a como ocurre con el 'amor romántico'.
Cuerpo y Alma
Fútbol
Los fanáticos del fútbol han volcado sus esperanzas en la Selección Peruana, y esperan ganarle a Argentina para seguir soñando con ir al Mundial Rusia 2018. La ciencia explica la razón de esa fe inquebrantable.
Investigadores de la Universidad de Coimbra, en Portugal, hallaron que la pasión por el fútbol provoca reacciones a nivel cerebral similares a como ocurre con el 'amor romántico'.
Los científicos aplicaron un diseño experimental en 56 participantes, a quienes expusieron a videos emocionalmente intensos. Determinaron que ante emociones positivas, como un gol o una buena jugada, se activa el sistema de recompensa del cerebro y se libera dopamina, un neurotransmisor que también está presente en la etapa del enamoramiento.
Además -según el estudio- la amígdala cerebral, que regula las emociones, se enciende. El hincha experimenta excitación, placer y 'locura' transitoria, parecido a lo que desata el amor romántico en las parejas.
Necesidad y apego
El fútbol provoca estímulos como los que provoca el consumo de algunos fármacos, drogas o alimentos, señala el estudio.
Al respecto, el psicólogo peruano Christian Martínez refuerza el hecho de cómo nos sentimos las personas cuando nos enamoramos. "Se activa una parte del cerebro que hace que nos sintamos como dopados, como drogados, por eso es que en el amor se activa la misma zona que cuando se está bajo los efectos del consumo de drogas. Uno se siente como en las nubes, en una felicidad eterna, no ve cosas malas en el enamorado".
Pero no hay una cuota de irracionalidad que no se justifica en el caso del amor ni en el fanatismo por el fútbol, como la violencia. “El espacio del fútbol y todo lo que representa puede ser un disparador para que yo desate toda mi ira, mi frustración, mi vandalismo, mi resentimiento contra mis padres o toda la sociedad. Eso es patológico”.
Vínculo infinito
Los expertos encuentran que se puede dar un 'enamoramiento eterno' hacia el fútbol; diferente a lo que ocurre en las relaciones de pareja que sí terminan.
"La pasión por el fútbol no va a acabar nunca porque se va a renovar constantemente, las esperanzas se van renovando, va a ser algo constante que no va a tener fin. Igual ocurre con la Selección Peruana, hay jugadores que cumplieron un ciclo, acabó con ellos todo el proceso de ilusión y empezó otro distinto, allí está la era de Cueva, de Trauco, de Corzo, y están dejando de lado a jugadores como Pizarro o Farfán. Se renueva la esperanza, se renueva la ilusión. El amor no acaba, es constantemente distinto", dice Martínez.
El gusto por el deporte no admite llevar el fanatismo hacia reacciones explosivas y violentas. No hay que sobredimensionar el resultado final, recuerde que solo hay tres posibilidades: ganar, empatar o perder.
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