Entre otros problemas, el exceso de alcohol puede provocar en el varón la disfunción eréctil, así como la disminución de hormonas masculinas y de espermatozoides.
Como es habitual, el consumo de alcohol se incrementa cada fin de año, y este no es la excepción. Entre otros problemas a la salud, el exceso de alcohol puede provocar en el varón la disfunción eréctil, así como la disminución de hormonas masculinas y de espermatozoides. Así lo indicó, el doctor Lincoln Maylle Antaurco, urólogo del Hospital Dos de Mayo del Ministerio de Salud (Minsa).
En la mujer se incrementa la esterilidad y en el caso de las madres gestantes afecta directamente al feto generándole anomalías congénitas físicas y mentales, advirtió el especialista.
Según el experto, el consumo de alcohol suele ser contraproducente ya que si bien, en un inicio aumenta el deseo sexual en los varones y la persona es más desinhibida, también se reduce la sensibilidad genital, ya que el abuso de esta bebida deprime el sistema nervioso central por lo tanto la función eréctil se deprime y genera el sueño o excesivo cansancio.
Si bien la disfunción eréctil, gastritis, cardiopatías, cánceres, menopausias precoces y problemas en el desarrollo fetal, son enfermedades originadas por el exceso de alcohol en el organismo, es importante que la persona reconozca su problema generado por esta bebida a fin de dar solución y un tratamiento adecuado para una mejor calidad de vida.
"Los bajos niveles de testosterona, la depresión nerviosa o el abuso del alcohol, cigarro y otras drogas originan algunas impotencias, para dar solución a este problema el hombre debe reconocer que su disfunción radica en el consumo excesivo de alcohol," dijo el urólogo.
Maylle Antaurco añadió que beber alcohol de manera continuada predispone a la persona a sufrir de alteraciones cerebrales como la percepción incompleta de los campos visuales, la falla en la coordinación y el equilibrio, la lentitud en los reflejos, entre otros.
El especialista recuerda a la población que la prevención del alcoholismo se puede iniciar modificando algunos hábitos y estilos de vida equivocados dentro de la familia, tanto en los padres como en los hijos. Para ello es necesario adoptar costumbres sanas como realizar deporte, diálogo abierto, tiempos definidos para la recreación, y sobre todo, ejemplo en las acciones cotidianas.
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