¿Cómo cambia la alimentación de los bebés a partir de los 6 meses? La especialista recomienda crear un ambiente positivo, receptivo y amigable para lograr una buena transición.
En la anterior columna hablamos acerca de los cambios en las comidas de los bebés a partir de los 6 meses y también sobre la importancia de crear un ambiente positivo, receptivo y amigable para lograr una buena transición. Ahora, queremos despejar algunas dudas que puedan generarse en el día a día, una vez que ya nos hemos embarcado en esta nueva etapa del bebé.
1. ¿Cuál debe ser la frecuencia?
Hay diversas posiciones acerca del número de veces que se ofrecerá alimentos al niño. Sin embargo, se recomienda que el lactante de los 6 a 8 meses reciba entre 2 a 3 comidas diarias además de su lactancia materna; mientras que entre los 9 a 12 meses la cantidad de alimentos puede aumentar hasta 3 a 4 veces al día sin dejar la lactancia.
2. ¿Con qué alimentos iniciamos la alimentación complementaria?
Se recomienda empezar con alimentos de fácil digestión y usar alimentos disponibles y accesibles al consumo diario familiar. En este grupo están las verduras como la zanahoria, el zapallo, el brócoli y también los tubérculos como la papa (mejor la papa amarilla y las variedades andinas como la papa huamantanga y similares), el camote, los espárragos. Entre las frutas tenemos como opción la pera, la papaya, la manzana, el plátano, el melón.
Respecto a las proteínas, la fuente de origen animal son las más adecuadas. Lo recomendable a los 6 meses es carne de res, hígado de pollo, pollo o pavo. Además de proteínas, las carnes también aportan hierro y vitamina B. Así, poco a poco se irán integrando nuevos alimentos en la dieta de su niño y a partir del 8vo mes ya se podrá incluir yema de huevo, y las menestras (lentejas, frejol panamito, pallares y similares) al rondar el 9no mes.
3. ¿Qué debemos evitar?
En esta fase, al inicio de la alimentación complementaria, no debemos incluir la col, la remolacha, la espinaca ya que usualmente tienen un alto contenido de nitratos que pueden ser causa de metahemoglobinemia (un raro trastorno en las células rojas). El momento adecuado para estos alimentos es a partir de los 12 meses.
4. ¿La comida debe ser aguada o más densa?
Al inicio, las comidas se prepararán con una consistencia semilíquida y conforme el niño vaya aceptándolas, se le darán papillas más consistentes. Y si se desea, los padres pueden agregar cereales como el arroz y también los fideos (harina de trigo) que le darán más consistencia a las papillas de acuerdo a la etapa en la que se encuentre.
A la par con esto, es importante tener en cuenta la densidad energética de los alimentos, ya dependiendo de ella será la frecuencia de los alimentos. Esto quiere decir que si los alimentos son muy diluidos (aguados) no estarán brindando el aporte nutricional adecuado para su niño, por lo que será necesario que los alimentos sean más frecuentes.
Adicional, considerar que no se deben agregar condimentos a las comidas y el bebé no deberá tomar agua adicional, porque ya la obtiene de la leche materna y de las frutas.
5. ¿Qué cantidad de comida le damos al bebé?
Dependerá de la capacidad gástrica del bebé, la cual irá en aumento progresivamente. Así, a los 6 meses se recomienda 2 o 3 cucharadas por comida (2veces/día); entre los 7 y 8 meses, aproximadamente unas 5 cucharadas por comida (3 veces/día); entre los 9 y 11 meses, se incrementa a 7 cucharadas (3 veces/día) y una merienda; y a partir de los 12 meses a 24 meses serán 10 cucharadas (3 veces/día) y dos meriendas.
Recuerden que es importante tener en cuenta que el niño nos dará señales de saciedad. En ese sentido, debemos evitar el “Síndrome del plato vacío”, que se refiere a forzar al niño a comer toda la comida en su plato aunque no tenga hambre. A lo que debemos apuntar es lograr que la alimentación sirva también como estimulación sensorial y afectiva a través de la cual el niño adquirirá buenos hábitos alimenticios.
6. ¿Hay alimentos que pueden generar alergias?
Algunos pueden tener una carga alergénica y hasta hace poco se restringía su incorporación a la dieta del niño menor a un año. Esto está cambiando y ahora la tendencia es que se agreguen poco a poco antes del año pero con la supervisión de su pediatra y también con la observación de los padres: Pescado, Cítricos, Frutos secos: maní, nueces, Huevo (clara), Soya, Tomate, Leche de vaca, Mariscos, Fresas, Chocolate, Trigo, Productos envasados
Finalmente los padres o cuidadores deben ofrecer comida sana, nutritiva y segura, y el lactante es el que decide cuánta cantidad come.
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