Todo textil que está en contacto directo y permanete con la piel o comida debe lavarse con mayor frecuencia que otras prendas.
Al igual que la ropa, colchas, edredones, almohadas y sus fundas, todo textil que está en contacto permanente con la piel o con comida, debe ser lavado con mayor frecuencia que otras prendas de uso más decorativo, explica Maeve Richmond, fundadora de la empresa de organización del hogar, Maeve's Method.
En ese sentido, sugiere que las sábanas deberían ir a la lavadora cada semana o máximo dos. Aunque advierte que si alguien en la familia está enfermo, duerme desnudo o si hace mucho calor, "la frecuencia debería ser mayor". Las colchas, edredones y cobertores, pueden lavarse dos o tres veces al año ya que no tienen un contacto tan directo con la piel.
Por su parte, Philip Tierno Jr, director de microbiología clínica e inmunología del Centro Médico Langone de la Universidad de Nueva York, explica que "la segunda vez que uno se mete a la cama está llenándola de células muertas, cremas, maquillaje, sudor, pelos y todo lo que hemos ido atrapando durante el día como polen, hongos, caspa de animales y partículas de suciedad que tienen bacterias, por lo que como mínimo habría que lavar las sábanas una vez a la semana".
En cuanto a las toallas de baño, Richmond advierte que se deberían lavar cada tres o cuatro usos, ya que "pueden empezar a oler". Mientras que las toallas de manos deberían cambiarse cada dos o tres días ya que suelen estar en zonas donde hay muchos gérmenes y las usan varias personas. Asimismo, recomienda que los diferentes miembros de la familia no compartan las toallas.
Además, ambos especialistas coinciden en señalar que la alfombrilla del baño también debería ser lavada cada semana o cada quince días dependiendo del uso ya que suele quedarse húmeda depués de la ducha.
Respecto a los trapos de cocina, Richmond sugiere lavarlos una vez a la semana, ya que acumulan olores y bacterias por su continuo uso, o antes si se trata de una cocinera muy activa.
Y en cuanto a las cortinas que suelen acumular polvo pero que no están en contancto con las partículas de la piel, deberían lavarse unas dos veces al año, lo mismo para las almohadas. Eso sí, recomiendan aspirarlas cada cierto tiempo para tenerlas más tiempo libres de polvo.
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