La información genética de los pacientes es tan útil y barata que pronto será inevitable leer el ADN de éstos, indicó Francis Collins, uno de los descubridores del genoma humano.
El código genético de la mayor parte de la gente que vive en el mundo desarrollado estará secuenciado en menos de una década, lo que abrirá paso a una nueva era de medicina personalizada, según el pronóstico de Francis Collins, uno de los científicos que descubrió el genoma humano.
En una entrevista al diario "The Times" con motivo del décimo aniversario de su hallazgo, Collins precisa que la información genética de los pacientes es tan útil y barata que pronto será inevitable leer el ADN de éstos.
"La medicina se está llegando a un punto de inflexión en el que el estudio genético transformará los cuidados médicos administrados a los pacientes", señala Collins, actual director del Instituto Nacional de la Salud de EE.UU.
Entre los beneficios de la medicina genética Collins destaca que se podrá predecir el riesgo de padecer patologías hereditarias como cáncer, diabetes o enfermedades cardiacas, lo que permitirá diseñar tratamientos a medida y recetar de forma más segura y eficaz.
Además, el coste de la secuenciación del mapa genético de los pacientes se ha reducido por debajo de los 1.000 dólares (800 euros).
"Estaré muy decepcionado y sorprendido si de aquí a diez años el genoma secuenciado de la mayoría de los habitantes del mundo desarrollado no aparece en sus historiales médicos y espero que eso suceda incluso antes", añadió Collins.
Para Collins, este avance es crucial porque uno de cada diez medicamentos ha demostrado tener efectos diferentes en las personas en función de su perfil genético, pero las pruebas que en la actualidad permiten averiguarlo son todavía muy caras y lentas.
Sin embargo, el coste de secuenciar genomas se ha reducido considerablemente en los últimos años.
El gasto del Proyecto Genoma Humano, que Francis Collins y Craig Venter concluyeron hace ahora diez años, fue de 3.000 millones de dólares (2.440 millones de euros), pero ahora las compañías comerciales sólo cobran 9.500 dólares (7.730 euros) por el análisis.
Pese a la reducción del coste, 9.500 dólares son todavía demasiados como para tener secuenciado el genoma de la mayoría de la gente, aunque Collins vaticina que en cinco años el precio será inferior a los 1.000 dólares (815 euros).
"Cuando consigamos tener registrado el genoma de los pacientes ya no será necesario tomar muestras sanguíneas, con un click del ratón del ordenador sabremos si la dosis de un medicamento se ajusta bien al paciente o si hay riesgo de efectos secundarios", explica Collins.
EFE
En una entrevista al diario "The Times" con motivo del décimo aniversario de su hallazgo, Collins precisa que la información genética de los pacientes es tan útil y barata que pronto será inevitable leer el ADN de éstos.
"La medicina se está llegando a un punto de inflexión en el que el estudio genético transformará los cuidados médicos administrados a los pacientes", señala Collins, actual director del Instituto Nacional de la Salud de EE.UU.
Entre los beneficios de la medicina genética Collins destaca que se podrá predecir el riesgo de padecer patologías hereditarias como cáncer, diabetes o enfermedades cardiacas, lo que permitirá diseñar tratamientos a medida y recetar de forma más segura y eficaz.
Además, el coste de la secuenciación del mapa genético de los pacientes se ha reducido por debajo de los 1.000 dólares (800 euros).
"Estaré muy decepcionado y sorprendido si de aquí a diez años el genoma secuenciado de la mayoría de los habitantes del mundo desarrollado no aparece en sus historiales médicos y espero que eso suceda incluso antes", añadió Collins.
Para Collins, este avance es crucial porque uno de cada diez medicamentos ha demostrado tener efectos diferentes en las personas en función de su perfil genético, pero las pruebas que en la actualidad permiten averiguarlo son todavía muy caras y lentas.
Sin embargo, el coste de secuenciar genomas se ha reducido considerablemente en los últimos años.
El gasto del Proyecto Genoma Humano, que Francis Collins y Craig Venter concluyeron hace ahora diez años, fue de 3.000 millones de dólares (2.440 millones de euros), pero ahora las compañías comerciales sólo cobran 9.500 dólares (7.730 euros) por el análisis.
Pese a la reducción del coste, 9.500 dólares son todavía demasiados como para tener secuenciado el genoma de la mayoría de la gente, aunque Collins vaticina que en cinco años el precio será inferior a los 1.000 dólares (815 euros).
"Cuando consigamos tener registrado el genoma de los pacientes ya no será necesario tomar muestras sanguíneas, con un click del ratón del ordenador sabremos si la dosis de un medicamento se ajusta bien al paciente o si hay riesgo de efectos secundarios", explica Collins.
EFE
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