Para descubrir dicho potencial, es importante observarlos desde muy pequeños, sobre todo cuando están jugando. Esto permitirá identificar si el niño es más visual, táctil o auditivo.
Descubrir el talento de los hijos suele quitar el sueño a cualquier padre. Reconocer manifestaciones para la literatura, la música, la danza y las artes plásticas es un trabajo empieza desde muy temprana edad, al menos es lo que asegura la licenciada Tala Zevallos García, psicóloga del Hospital de la Solidaridad de Surquillo.
“Las habilidades para el talento se empiezan a visualizar claramente a partir de los seis años. A los nueve años, la mayoría ya se encuentra en talleres afines al arte, lo que ayudará al menor a desarrollar aún más esos talentos”, dijo la experta a RPP Noticias.
Para descubrir dicho potencial, es importante observarlos desde muy pequeños, sobre todo cuando están jugando. Esto permitirá identificar si el niño es más visual, táctil o auditivo.
“Cuando un niño juega establece razonamientos, descubre lógicas, experimenta sensaciones y, en este contexto, fomenta sus capacidades y destrezas”, agregó.
Para Patricia Aragaki, jefa de Proyectos Educativos del Museo de Arte de Lima (Mali), insertar a los niños al mundo del arte sin condicionamientos, los llevará a impulsar con mayor facilidad otras aptitudes a largo plazo que contribuirán en gran medida a su futuro desarrollo.
“Mejoran desde su psicomotricidad hasta las cosas más amplias, como el pensamiento divergente relacionado a la creatividad; fortalecen su pensamiento crítico, su capacidad de análisis e interpretación”, manifestó Aragaki a RPP Noticias.
Por ejemplo, hay niños que desde muy pequeños notan las diferencias en colores, tamaños y formas; es muy probable que su talento esté enfocado a las artes plásticas.
Como hay quienes expresan su interés por la música cantando o bailando de forma armoniosa, siguiendo patrones rítmicos con facilidad o convierten cualquier objeto en instrumento musical.
De no estar seguros con el talento sobresaliente de los hijos, ambas profesionales recomendaron a los padres de familia acudir con los menores a una evaluación psicológica competente. Lo importante es no exigir a los menores otras actividades sin contar con su opinión. “A futuro, esto puede ocasionarles frustraciones que afectarán su desarrollo y autoestima”, precisaron.
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