Por: Doctor Manuel Loayza Alarico, docente de la Escuela de Posgrado de la Universidad Norbert Wiener. La ocupación hospitalaria está de nuevo en el punto de mira en la segunda ola de pandemia de la COVID-19.
Por: Doctor Manuel Loayza Alarico, docente de la Escuela de Posgrado de la Universidad Norbert Wiener.
La fotografía de la pandemia es de terror. Más de 34 millones de personas contagiadas con el virus y más de 1 millón de fallecidos, según lo comunicó la Organización Mundial de la Salud (OMS). Día a día nuevos casos en todo el mundo evidencian un panorama aun incierto sobre cómo cerraremos el 2020 en nuestro país y el resto del planeta.
Para combatir la crisis en el Perú se planteó la estrategia de mitigación comunitaria que consistía en retrasar el crecimiento exponencial de casos para ganar tiempo y permitir el fortalecimiento de los servicios de salud. Las medidas fueron implementadas paulatinamente: el aislamiento de positivos, la suspensión de reuniones masivas, el cierre de escuelas y al final el distanciamiento social de toda la población. Estas decisiones fueron basadas en la vigilancia epidemiológica de casos, defunciones y disponibilidad de servicios de salud para respuesta de pacientes críticos.
Al mes de octubre se observa en el país una desaceleración de casos, lo que ha logrado que se reduzca la demanda máxima de atención médica y dé tiempo para la adecuación de los servicios de salud con el fin de atender casos que necesitan hospitalización o cuidados intensivos.
Sin embargo, existe la sombra de la presencia de una segunda ola pandémica como la que ocurre en Europa, especialmente en España que desde el pasado 21 de junio abrió fronteras y recuperó la libertad de movimiento. Se ha observado desde entonces el contagio acelerado en nuevos casos, lo que aumentado la presión asistencial en la atención primaria y hospitales. Las medidas restrictivas de actividades han vuelto al primer plano, como la reducción de aforos y horarios comerciales, hasta el confinamiento de barrios y localidades.
Evitar el colapso sanitario en una segunda ola
La ocupación hospitalaria está de nuevo en el punto de mira en la segunda ola de pandemia de la COVID-19. Ante esta realidad, autoridades de la OMS han informado que ni el comportamiento de los jóvenes que incumplen las medidas de seguridad o el incremento de relaciones interfamiliares justifican la situación epidémica de España, por lo que se hace necesario saber qué está pasando en la atención primaria de la salud. Urge saber también si está funcionando el plan de detección y rastreo de casos, para confirmar que las personas que tuvieron contacto con los contagiados cumplan el período de aislamiento y así cortar la cadena de transmisión. Sin embargo, el cumplimiento de las medidas de mitigación por parte de la población está asociado significativamente a la percepción de riesgo que se tiene de la enfermedad, la idiosincrasia y cultura de la población que puede generar variaciones en el impacto de las medias para reducir la mortalidad en esta pandemia.
En este contexto, todo espacio de intercambio y comunicación de investigaciones es importantes para la toma de decisiones en la implementación de políticas públicas, por lo cual los estudios que se realicen en cada rincón del mundo serán cruciales para la lucha contra el virus y justo esta temática será parte del I Congreso de investigación e innovación multidisciplinaria virtual promovido por la Universidad Wiener que se realizará del 22 al 24 octubre: http://congresomultidisciplinarioepg.uwiener.edu.pe/
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