Las secreciones de la próstata contienen varios productos químicos, de los cuales probablemente el más interesante es el antígeno específico de la próstata (PSA).
La próstata es una glándula situada justo debajo de la vejiga y por delante del recto (por esto es fácil de tocar mediante un tacto rectal). Su tamaño normal es el de una castaña, pero puede aumentar con la edad debido al estímulo hormonal, indicó el doctor Oriol Angerri Feu, especialista en urología de Fundación Puigver (España).
Según el experto, la próstata aporta el líquido blanquecino en el que están bañados los espermatozoides, favoreciendo su movilidad.
Las secreciones de la próstata contienen varios productos químicos, de los cuales probablemente el más interesante es el antígeno específico de la próstata (PSA).
La función primordial del PSA es licuar el semen coagulado, de modo que los espermatozoides puedan escapar de él y progresar para fertilizar el óvulo en el tracto reproductor de la mujer.
Las células de la próstata producen PSA, y una parte pasa a la corriente sanguínea, además de aparecer en el semen. Cuanto más grande y activa sea la próstata, más PSA aparecerá en la sangre.
Los hombres con próstatas grandes benignas (no cancerosas) suelen tener mayores niveles de PSA en sangre que la media. Los hombres con cáncer de próstata pueden tener niveles muy altos.
Las causas de su crecimiento:
- El adenoma de próstata. Es un tumor benigno que afecta a ocho de cada diez hombres mayores de 65 años. La mayoría no presenta síntomas y sólo la quinta parte sigue un tratamiento.
- El cáncer de próstata. Es también muy frecuente afecta a un tercio de los hombres mayores de 70 años, pero no todos lo sufren, porque es de evolución lenta. Se puede curar con medicamentos, técnicas láser y cirugía.
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